«Los sanfermines también pasan por Donostia»
Con la llegada de las fiestas de Pamplona, la capital guipuzcoana se ve sumergida en un ir y venir de gente | Aunque «estos últimos años el ambiente está más tranquilo» la gente sigue alojándose en pensiones y albergues de San Sebastián para disfrutar de San Fermín
macarena tejada
Viernes, 5 de julio 2019, 20:23
Cuando las agujas del reloj de la plaza consistorial de Pamplona se paren por sesenta segundos este sábado al mediodía en el número doce, los ... pamploneses saltarán con el pañuelo rojo al cuello mientras gritan al unísono 'Gora San Fermín!'. Los sanfermines ya habrán comenzado en la ciudad vecina y, con ellos, una fiesta continua que durará hasta el día 14. Iruñea se va a convertir, como cada año, en la sede mundial del jolgorio. Pero no hace falta desplazarse a la capital navarra para saber que los encierros matutinos ya han empezado. Basta con salir a las calles donostiarras para ver a quiénes se dirigen a la capital navarra pasearse entre los comercios que venden la vestimenta para sanfermines. O a los viajeros que se alojan en Donostia con la idea de ir a pasar el día o la noche a las fiestas.
Es inevitable que una ciudad como San Sebastián, a menos de una hora en coche de Pamplona, se vea afectada por San Fermín. Si bien algunos establecimientos coinciden en que «estos últimos años el ambiente está más tranquilo», son muchas las pensiones donostiarras a punto de colgar el cartel de completo durante estos próximos días.
En los campings «la tendencia ha revertido y los pamploneses vienen huyendo del bullicio»
Gabriel Fonseca, encargado del hostel Balea, asegura que «la mayoría de nuestros clientes de estas fechas vienen por San Fermín». Es más, a muchos les conocen porque «repiten experiencia cada año. Son viejos conocidos para nosotros».
El ambiente en Balea desde hoy hasta el próximo domingo está asegurado, con grupos de australianos, alemanes, ingleses y japoneses deseosos de ir a Pamplona a pasar una noche inolvidable o a correr el encierro. «Cada uno tiene su idea particular de la fiesta. Es muy conocida a nivel mundial y nos suelen pedir muchas recomendaciones para hacerla todavía más especial», explica Fonseca.
Madrugar y al encierro
Uzturre, un hostel situado en pleno corazón de Donostia, también ha recibido ya a los primeros excursionistas con ganas de fiesta. El plan que más se repite en este alojamiento es el de ir a correr el encierro. «Madrugan, cogen el primer autobús hacia las cinco de la mañana y vuelven a la tarde. Algunos aprovechan y pasan allí el día y otros directamente vienen a comer aquí», relata su propietario, Juanma Simón.
En el camping de Igeldo también «se nota más gente», aunque «no tanto como otros años». Las zonas de acampada abiertas recientemente en las inmediaciones de Pamplona «suponen una alternativa atractiva para los extranjeros». Lo mismo opinan desde el camping de Zarautz, donde, según su gerente Manu Villar, «la tendencia ha revertido. Hace unos años trabajábamos con una empresa que nos traía a quinientos australianos que iban a sanfermines. Ahora, la gente primero va a la fiesta y después viene a pasar un fin de semana aquí». También se dan casos de «pamploneses que huyen del bullicio».
Desde Uba Aterpetxea recuerdan que el pasado año «el 70% de los alojados en el albergue venían motivados por los sanfermines. Normalmente, suele ser gente que o viene directa de pasar una noche en Pamplona y quiere alojarse en Donostia o no han encontrado dónde dormir en la capital navarra». Aunque otros años se han visto a las 10.00 horas con una cola de extranjeros en la puerta de su establecimiento pidiendo una habitación, este verano las cosas han cambiado. La Donosticup, el torneo de fútbol infantil que se juega cada julio en la capital guipuzcoana, se ha atrasado una semana, coincidiendo con las fiestas de Pamplona.
«Antes venía más gente a comprar complementos, ahora vienen con el kit completo desde sus países»
Así las cosas, la Aterpetxea lleva tiempo completa por equipos que van a jugar esta competición. La situación es muy similar en el albergue de Ulia y en el de Ondarreta La Sirena. «Otros años suele notarse más flujo, pero este ha sido imposible coincidiendo con San Fermín. Algunas habitaciones tenemos, pero muy pocas», subrayan. Sea por el motivo que sea, la ocupación es alta estos días en San Sebastián, si bien en Pamplona la ocupación va a ser de alrededor del 85% durante estas fiestas.
El pañuelo
Los comercios también perciben el flujo de cuadrillas que van a Pamplona en esta época del año. Sonia García, propietaria de Almacenes La Bretxa, admite que «aunque ya hemos vendido algunos complementos, esto no es lo que era. Antes venía más gente a comprar, ahora vienen desde sus países con todo el kit».
En cualquier caso, todavía quedan «los días más potentes. Muchos vienen a por el pañuelo rojo o los pantalones blancos justo antes de montarse en el autobús». Entre los complementos más demandados está «el pañuelo con el toro. A los extranjeros les encanta. En cuanto pones el maniquí fuera los turistas se acercan a cotillear o a sacarse una foto con él. Les llama mogollón la atención.Pese a todo, a día de hoy los sanfermines también pasan por Donostia».
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