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Atardecer en octubre de la explanada de Sagüés.
San Sebastián

Sagüés, de barrio «indeseable» a lugar de moda

Sagüés cumple 100 años. Surgió como barrio obrero sin servicios y al poco se quiso tirar. La demolición del matadero fue la clave de su resurgimiento.

Lola Horcajo y J.J. Fernández Beobide

Domingo, 10 de diciembre 2023, 01:00

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El barrio de Sagüés, encajado entre la playa de la Zurriola y las escarpadas laderas de Ulía, es hoy en día uno de los espacios más atractivos para la convivencia ciudadana, especialmente frecuentado por la juventud. No fue así en el pasado. Nacido hace un siglo como suburbio obrero, durante muchos años fue considerado una barriada indeseable y socialmente marginada, intentándose repetidas veces su demolición para extender el ensanche del Kursaal.

Tan sólo caserios. Hasta los años 80 del siglo XIX, el entorno era totalmente rural, con la exclusiva presencia de caseríos, como Manteo (casa natal del almirante Antonio Oquendo), o los desaparecidos Alejandría y Zemoria, este último situado encima de las actuales casas de la calle San Blas. La pronunciada ladera de Ulía descendía hasta las arenas de la Zurriola, dejando apenas unos pocos metros en su base para un sendero de paso hacia Mompás.

El matadero y el Hospital de San Antonio. El San Sebastián amurallado del siglo XIX terminaba en su parte oriental en la muralla de la Zurriola que daba al mar (hoy c/Aldamar). Allí se encontraba la primitiva pescadería y el matadero, lo que facilitaba deshacerse de los desperdicios directamente al mar abierto.

Al comenzar el relleno del nuevo ensanche Oriental en 1882, entre la calle Aldamar y el actual Paseo de Salamanca, fue necesario buscar una nueva ubicación para el matadero y se eligió la más alejada, también junto al mar, al pie de Ulía, en los terrenos de Zemoria. La obra que se realizó entre 1885 y 1890. A su lado, se acababa de construir el Hospital de San Antonio, en una gran explanada junto al caserío Manteo.

Los datos

  • 1890 Se ubica el matadero municipal de Zemoria.

  • 1923-25 Particulares construyen la mayor parte de los edificios del barrio siendo los Hnos. Sagüés los principales promotores. Las casas quedaron fuera de la planificación urbana y carecieron de servicios municipales. Fue semiabandonado en la guerra y tuvo graves problemas de pobreza en la postguerra.

  • 1930-50 Se intentó demoler el barrio repetidas veces.

  • 1959-93 La pequeña Playa de Gros.

  • 1976-80 Se derriba el matadero y se construye el Instituto. El barrio se renueva.

La casa de Leizaola. En 1910, Francisco Leizaola y Valentina Ibarburu (tíos del que sería lehendakari en el exilio, Jesús Mª Leizaola), tenían una tienda de comestibles en la casa de c/Okendo 6, donde residían. En esa época se estaba levantando el teatro Victoria Eugenia, que les iba a privar de las magníficas vistas al mar. Valentina no se resignó y presentaron los planos en el Ayuntamiento para construir una casa pegante al matadero de Zemoria, con vistas abiertas a la Zurriola. Aparte de algunos edificios sencillos de la época del matadero, aquel fue el primer edificio de viviendas que se realizó en la zona (actual c/Zemoria 5). Allí establecieron su tienda de comestibles y estanco, y abrieron una sidrería en la planta inferior que entonces daba al mar, al no estar construido ningún edificio delante. La sagardotegia gozó de gran fama, especialmente entre los baserritarras que llevaban sus reses al matadero reservándose buenas chuletas que asaban en las parrillas y se regaban con buena sidra de Leizaola. La sidrería se mantuvo hasta comienzos de los años 60.

Año 1915. 1: Matadero. 2: Hospital de San Antonio. 3: Edificio y sidrería de Leizaola. 4: Muro de costa (paseo Colón). 5: Calle Zabaleta.

Los constructores Sagüés. El primer edificio propiamente de Sagüés fue el de José Apalategui (actual c/J.M.Barandiaran 24), construido en 1920, pero fue hace un siglo, entre 1923 y 1925, cuando se levantaron casi todas las casas que hoy componen este barrio, entre el Instituto y el final de las calles J.M. Barandaran y San Blas.

Los hermanos Sagüés compraron los terrenos junto al matadero y fueron ellos quienes construyeron la mitad de los edificios

Buena parte de los terrenos pegantes al matadero habían sido comprados por los hermanos Eusebio y Blas Sagüés Santesteban, contratistas de obras procedentes de Navarra. La mitad de los 17 edificios que iban a tener cabida serían construidos por ellos. Eusebio todos los de la c/Particular de Sagüés (actual J.M.Barandiaran nº,14 a 20) y Blas otros cuatro en la calle que lleva el nombre de su santo. La zona se remató con el colegio del Corazón de María, que se inauguró en 1927 y la iglesia que se abrió dos años después.

El matadero con la barriada de Sagüés al fondo. Kutxateka

Barrio obrero. La construcción del puente, el casino y el ensanche del Kursaal con su muro de costa en los años 20, originó una gran afluencia de trabajadores y, ante la ausencia de viviendas en la ciudad surgió este barrio obrero. Por construirse en terrenos particulares fuera del planeamiento urbano, el Ayuntamiento se desentendió de dotarles de servicios. Pese a todo, los pisos fueron alquilados con rentas relativamente altas ante la gran demanda.

Las Hurdes donostiarras. Las casas fueron obra de arquitectos muy reconocidos, en su mayoría del experimentado Ramón Cortázar y del joven Pablo Zabalo. Además de falta de servicios de limpieza y vigilancia, de calles sin aceras ni pavimentos y de ausencia de alumbrado público, pronto se sumó la crisis económica. Muchos obreros apenas podían pagar sus alquileres y los propietarios dejaron de mantener los edificios lo que produjo un rápido deterioro general del barrio y de las condiciones de vida de sus vecinos.

Año 1930. 1: Sagüés. 2: Paseo Colón. 3: Ensanche Kursaal ganado a la playa para construir edificios. En 1956 se derribó parte del muro para formar una pequeña playa (hasta 1993).

La prensa local de los años 30 denunció el pésimo estado del barrio al que llegó a denominar «las Hurdes donostiarras». Se pedía la intervención del Ayuntamiento, e incluso la demolición de las casas por razones higiénicas y morales ya que se había convertido en un «nido del hampa».

En 1933 se estaba abriendo una nueva avenida (actual Avenida de Navarra), según proyecto del ingeniero municipal Juan Machimbarrena, en un plan que contemplaba la desaparición de Sagüés, para construir una ciudad-jardín con villas en la falda de Ulía, una zona deportiva con una gran piscina en el solar del matadero, nuevas manzanas de casas e incluso una carretera que por Mompás y la costa de Ulía llegara hasta Pasajes.

Sin servicios municipales, en los años 30 se le llamó 'las Hurdes donostiarras' y se barajó su derribo para hacer una ciudad jardín

La Guerra Civil. Tras el golpe de Estado de julio de 1936, el barrio obrero de Sagüés destacó por su adhesión a los grupos comunistas y anarquistas. En septiembre, al entrar los sublevados, su población huyó en masa para evitar la represión. De sus 2.200 habitantes quedaron poco más de 400. Era la oportunidad que esperaban las autoridades que pretendían su demolición y transformación. Para entonces cuatro de los edificios ya eran de la Caja de Ahorros, las indemnizaciones hubieran sido bajas y la reubicación de vecinos sencilla. Pero también era necesario trasladar el matadero y en aquellas circunstancias no hubo dinero para dicho plan.

Tras la guerra, tampoco mejoró su condición y siguió siendo un lugar desamparado. ¿Para qué invertir en un barrio que se quería demoler?

Fotografía de Sagüés publicada en El Diario Vasco en 1943. Se corresponde con la calle José María Barandiaran 22, 24 y 26. Kutxateka

La reivindicación de la playa. La construcción del ensanche Kursaal en los años 20, hizo desaparecer la playa de Gros. Se prometió que se formaría una nueva, pero no fue así. En los años 40 vieron la necesidad de construir una barrera defensiva del mar para recuperarla. Se empezó la obra pero apenas llegó a los 50 metros de longitud (la décima parte del actual espigón) por la falta de piedra adecuada en la cantera del Mompás. En los años 50, con la Concha abarrotada en verano, se seguía añorando la playa de Gros. La solución que se adoptó fue la de deshacer gran parte del muro de costa, y recuperar una parte del arenal frente al matadero y Sagüés. Aquella playita que conocimos, con problemas de aguas contaminadas y que casi desaparecía con la marea alta, fue inaugurada en la Semana Grande de 1959.

La desaparición del matadero. El hecho crucial para la recuperación definitiva del barrio fue la ansiada desaparición del matadero, que contaminaba las aguas de la playa. Su derribo se produjo en 1976, siendo sustituido por el Instituto Zubiri inaugurado cuatro años después. Al mismo tiempo comenzaron a rehabilitarse las casas, se abrieron algunos bares y los estudiantes y los surfistas se fueron adueñando del 'muro de Sagüés'.

Sagüés, siglo XXI. Seguramente el éxito más apreciado de la larga etapa de Odón Elorza como alcalde sea la construcción de la nueva playa de la Zurriola y de los Cubos de Moneo. Tras la construcción del espigón, y la traída de toneladas de arena, se inauguró la nueva playa en 1995 y cuatro años después, el auditorio del Kursaal, que cambió la fisonomía de esta zona del litoral hasta Sagüés, atrayendo hacia ella gran parte de la vida social donostiarra.

Proyecto no realizado de Juan Machimbarrena para la playa de Gros en 1945.

Los últimos planes urbanísticos han preservado la explanada de nuevas construcciones quedando para usos deportivos y festivos. Los antiguos edificios que antaño se quisieron demoler, una vez rehabilitados, tienen ahora precios prohibitivos y la c/J.M. Barandiaran se ha llenado de bares y terrazas.

Un proyecto fallido que tuvo gran aceptación, aunque también rechazo, fue el de la pasarela hasta Mompás, un atractivo paseo que llegó a ser aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente. Otro proyecto que espera su momento es el del remate de Sagüés, frente al último edifico del barrio, de Aguas del Añarbe. Un concurso municipal de ideas en 2003 seleccionó cinco propuestas pero ninguna se llevó a cabo. Mientras se vuelve a retomar este tema, en el confín del paseo se posó en 2015 la Paloma de la Paz de Néstor Basterretxea, tras haber 'anidado' antes en el Kursaal y en la plaza Aita Donostia. Ahora nuevos planes de mejora se proyectan para esta explanada envidiable frente al ya centenario barrio de Sagüés.

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