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Precios de venta de vino Atxega en 1999 en la antigua Casa Arrillaga.
Una reforma saca a la luz cuánto costaba el vino en Donostia en 1999: «Son precios del siglo pasado»

Una reforma saca a la luz cuánto costaba el vino en Donostia en 1999: «Son precios del siglo pasado»

Se trata de un popular establecimiento que durante años funcionó como casa de comidas en San Sebastián

Javier Medrano

San Sebastián

Viernes, 14 de marzo 2025, 06:52

Las obras y trabajos de reforma del local que durante el siglo pasado ocupó Casa Arrillaga en San Sebastián y que permanece cerrado sin actividad desde 1999 han sacado a la luz una curiosa lista de precios de venta al público del vino que comercializaba este negocio de casa de comidas ubicado en el barrio de Amara.

Un popular establecimiento que además de servir comidas contaba con venta directa de vino a granel a disposición de sus clientes que ofrecían por unos precios que a día de hoy resultan sorprendentes bajo el prisma actual del valor de la cesta de la compra.

Intacto desde su clausura en 1999, el local ubicado en la calle de la Sagrada Familia del barrio donostiarra de Amara pemanece impasible al paso del tiempo, razón por la que incluso se ha mantenido el cartel del precio de venta del vino en una de las paredes del comercio. Un folio de color blanco al que ni siquiera los años han conseguido otorgar un tono amarillento y que da cuenta del precio por litro de vino.

«Precios vino 1999. Tinto y claro Atxega», reza el listado de precios de la época, en la que el litro de vino se vendía a 215 pesetas, lo equivalente a 1.30 euros al cambio, sin tener en cuenta la inflación ni las fluctuaciones del valor del dinero. Además de lo irrisorio del precio, el cartel evidencia también los cambios de hábitos de consumo y cómo en las últimas décadas se ha perdido la costumbre de comprar vino a granel así como muchos otros productos en detrimento del pequeño comercio, los ultramarinos o las casas de comidas.

Tras veintiséis años clausurado, el espacio de Casa Arrillaga retomará la actividad en los próximos meses gracias a una operación gestionada por Areizaga Inmobiliaria de la mano de Santagloria, una cadena de cafeterías que se ha hecho cargo del local para anexionarlo al contiguo Bar Gavilán, también cerrado, y construir un único establecimiento de trescientos cincuenta metros cuadrados distribuidos en dos plantas.

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