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«Aquí estamos realmente dispuestos a tomar las riendas de nuestra salud»Lleva tres años ejerciendo el arte, la maña de la fisioterapia, esa 'disciplina de ciencias de la salud que ofrece tratamiento y rehabilitación física para diagnosticar, prevenir y tratar síntomas de múltiples patologías'. Estudió en la ikastola Ibai y en el instituto Luberri. Empezó bioquímicas ... en Madrid, se sacó una FP de baile y cursó fisioterapia. Su gabinete está en Paseo de Ondarreta. Otro detalle: practica los más hermosos bailes de salón.
– Me dijeron que probablemente hablaríamos mucho del músculo psoas ilíaco pero mira por dónde, llevamos un rato bien largo hablando de la... fascia.
– El psoas ilíaco no está mal y se ha puesto bastante de moda porque han empezado a llamarle 'el músculo de las emociones'. Se origina en las vértebras T12 y las cinco primeras lumbares. Se relaciona con importantes órganos: diafragma, riñones, uréteres, vasos renales, colon, ciego, arterias ilíacas primitivas, y arterias y venas ilíacas externas... Le dicen 'de las emociones' porque está en contacto con los órganos abdominales y el sistema nervioso. Pero lo que a mí últimamente me fascina muy pero que muy mucho (de hecho me estoy formando en ella) es la fascia.
– 'Tejido conectivo de aspecto principalmente fibroso y fuerte que cubre todas las estructuras corporales, músculos, huesos, vísceras, vasos, nervios'.
– No solo las cubre. Me atrevería a decir que las 'construye', les da forma, las sostiene, les proporciona protección y permite el intercambio de sustancias entre ellas.
– ¡¡!! ¿Y cómo es? ¿dónde está?
– Increíble: no tiene ni principio ni fin. Constituida de colágeno y agua, lo une todo e incluso podríamos decir que es capaz de mantener unidos músculos dañados.
– Aparte de cuando los futbolistas padecen 'fascitis plantar', no se tiene muy presente ese tejido que tan sorprendente parece.
– Hasta hace poco. Porque atribuíamos nuestros dolores a fallos, lesiones o contractura de los músculos. Hablábamos de articulaciones y tendones. Es verdad, tradicionalmente, se le adjudicaba un papel muy secundario, pero en los últimos años ha empezado a cobrar protagonismo. Y es que, formada por múltiples capas con líquido entre ellas, como dicen en un reportaje de la BBC...
– ... 'Para que el organismo se mueva óptimamente, estas capas deben deslizarse entre sí de forma suave y fluida. Y eso sólo puede pasar gracias a la intervención de algún 'lubricante'; en este caso, el conocido ácido hialurónico o hialuronato'.
– Si esa fluidez se densifica, habrá tensión. Dolor. Todo eso es lo que se está descubriendo e investigando. Lo que estamos aprendiendo. Como la misma fascia, nuestra profesión, la fisioterapia no tiene, prácticamente, fin.
– A ti todos esos misterios siempre te interesaron, fascinaron.
– Siempre. Me encantaba pensar qué habría pasado para que desde algo tan micro como una molécula acabase surgiendo algo tan macro como nuestro cuerpo, un organismo que me parecía maravillosamente perfecto y maravillosamente imperfecto.
– ¿Te atreverías a definirme esa máquina que es el cuerpo?
– Podría decirte si quieres que es un conjunto de células que interactúan entre sí para que la vida funcione. Y para saber el cómo decidí cursar bioquímicas. Pero me di cuenta de que no quería, tras graduarme, trabajar en un laboratorio. La opción biomédica también la rechacé, me parece que en cierto modo ,la medicina está demasiado 'medicalizada'. Entre otras cosas por el poco tiempo que tiene el médico para estar con el paciente. Y porque hay quien prefiere 'tapar el dolor con pastillas que actuar sobre su causa, muchas veces emocional. Dejé bioquimicas y como siempre me había apasionado bailar, me dediqué a ello. Lesionada, descubrí la fisioterapia y supe que era lo mío; estaría en contacto con el cuerpo, usaría las manos; tocaría a la gente y la ayudaría a tomar las riendas de su salud. ¿Sabes? La 'autoeficacia' existe.
– Y por lo que cuentas tiene que ver con la actitud de colaborar en el proceso de recuperación, de saber usar herramientas que nos ayuden a sobrellevar el dolor...
– La psicología (tan importante en la preparación de nosotros, los fisioterapeutas) la define como la confianza en la propia capacidad para lograr los resultados pretendidos. Sin embargo es verdad que hay quien no quiere curarse, está confortable en su dolor.
– ¿En serio?
– Pero siempre porque a cambio de ese dolor consiguen algo. Puede ser la atención de los demás. Acaso han encontrado la excusa para, precisamente, no tener que tomar las riendas de su salud.
– Algo que, por lo que dices, aquí hemos asumido bastante bien.
– Sabemos mantenernos activos. Entendemos que la causa de muchas lesiones está en los hábitos de vida (sueño, nutrición, trabajo), en las emociones. Aceptamos que a veces nuestro cuerpo detecta antes que el mismo cerebro nuestra angustia y se lesiona. Otra gente no lleva tan bien esas riendas. Pero muchas veces es porque no puedes asumir ese compromiso (lo que realmente es). La vida suele resultar dura y quizás no tengas ni medios, ni ganas de escuchar a tu cuerpo.
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