Desalojo de once personas en Donostia
«No queremos nada regalado, solo buscar una vivienda de alquiler digna»Las once personas desahuciadas de una casa en Egia buscan una alternativa a la situación «de calle» que enfrentan
Las once personas desahuciadas ayer de una casa de la calle Aldapa del barrio donostiarra de Egia tras ser víctimas de «una estafa» por parte de su casero afrontan ahora una realidad incierta. Después del desahucio exprés que sufrieron, en el que fueron obligados a abandonar su vivienda «en apenas 30 minutos», buscan alternativas habitacionales para solventar una situación extrema. Los servicios sociales del Ayuntamiento de Donostia les ofrecieron tres noches -cinco en el caso de la mujer embarazada y su pareja- en un hostal, pero nada es seguro a partir de ahí. «Nos han dicho que lo único que nos pueden ofrecer son estas tres noches, que en este tiempo busquemos adónde ir después», revela una de las afectadas.
«Todos queremos buscar una vivienda de alquiler para irnos y no vivir esto», asegura en nombre de los once afectados. Aclara que «no queremos nada regalado, queremos alquilar una vivienda digna, nada más». Una misión casi imposible teniendo en cuenta la actual crisis residencial, que agrava aún más el estado en el que han quedado estas personas que pagaban «religiosamente, todos los meses», las rentas de las habitaciones que tenían subarrendadas en la villa de Egia.
Entre los once arrendatarios pagaban por un total de ocho habitaciones, por una cuota de 600 euros al mes por cada una, que abonaban en mano a su casero. Esta persona era la que subarrendaba las estancias, pero no era el propietario del inmueble. El dueño de la villa, que también posee las otras tres edificadas a ese lado de la calle Aldapa, entró en litigios judiciales con el casero a quien tenía alquilada la vivienda «en tiempos de pandemia» porque éste dejó de pagarle las cuotas mensuales.
Situación de vulnerabilidad
El procedimiento llegó a su fin hace algo más de un mes, cuando los inquilinos fueron notificados de que se iba a proceder al desalojo de la vivienda. Trataron de conseguir «un tiempo para abandonar la casa dignamente», debido a que la mayoría llevaba mucho tiempo habitando en ella y teniendo en cuenta «la situación de vulnerabilidad» de algunas personas, en concreto una mujer embarazada y un menor. No obstante el martes, apenas 24 horas antes, les avisaron de que la Ertzaintza iba a ejecutar el desahucio.
Algunos afectados han acudido esta mañana a la sede de Etxebide en Donostia para intentar esclarecer la situación, pero no se les ha dado ninguna solución a corto plazo. «Nos han dicho que redactemos un escrito explicando lo sucedido y que lo enviemos al departamento encargado, pero no nos han dado un tiempo estimado de respuesta». Fuentes del Ayuntamiento donostiarra indican que «se está gestionando de manera personalizada la situación de las dos unidades familiares que acudieron a los servicios de emergencia social».