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Un prometedor 31 de agosto

Este año, además de las celebraciones más tradicionales se ha organizado una recreación histórica de lo que pasó aquel día hace ya más de doscientos años

Paula Díaz

Martes, 29 de agosto 2017, 16:49

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31 de agosto de 1813. Una fecha muy conocida para los donostiarras. Fecha en la que, en plena Guerra de la Independencia, la capital guipuzcoana se convirtió en escenario del enfrentamiento entre tropas francesas y anglo-portuguesas, en el que salieron victoriosas estas últimas. Aquella noche, tras derrotar a los franceses, asaltaron y quemaron la ciudad. Solo quedó en pie La Patiña, la zona de las calles Virgen del Coro y 31 de Agosto.

En conmemoración de aquellos hechos, y como homenaje a todos los fallecidos, Donostia lleva ya muchos años acogiendo diversos actos el último día del octavo mes del año. La misa solemne en la iglesia de San Vicente, el desfile que recorre la Parte Vieja donostiarra o el tradicional apagón de la calle que toma el nombre de esta fecha tan señalada, forman parte de una ya muy arraigada tradición. Por si no fuera poco, también se hace una recreación histórica que permite a los donostiarras viajar en el tiempo hasta aquella fatídica noche de hace ya más de doscientos años.

Además, tal y como han explicado este martes Jose Luis Molinuevo, de la sociedad Kainoieta, y el concejal de Actividades Festivas, Alfonso Gurpegui, en la presentación de estos actos en el Ayuntamiento de San Sebastián, para mañana miércoles también han organizado algunas actividades para ir ‘calentando motores’. La jornada comienza a las 12.30 horas en la fuente de Kañoyetan, con una degustación de sidra y txistorra, el aperitivo perfecto. Después de comer, a las 16.00 horas, quienes se acerquen a la plaza de la Trinidad podrán disfrutar de los torneos de pelota en el frontón, y después, a partir de las 17.30 horas, los más txikis podrán pasar un rato de lo más divertido en los juegos organizados especialmente para ellos. Para cerrar la jornada, a las 19:00 horas, los más golosos tienen una cita obligada en Kañoyetan, donde les espera una buena chocolatada.

Un día repleto de acción

El jueves, el día estrella, la jornada arrancará, como cada año, a las 11.30 horas con la misa solemne que se celebra en la iglesia de San Vicente. Ya por la tarde, después de comer y con tiempo para echarse una larga siesta, comenzará la acción a partir de las 17.00 horas.

Primero, se producirá un acercamiento de las sociedades de La Patiña. Poco después, se acercarán también las fuerzas aliadas desde el Kursaal. Una vez reunidos en la Plaza Zuloaga (San Telmo), saldrá desde allí el desfile conmemorativo a las 18:00 horas. Tras recorrer las calles de la Parte Vieja donostiarra, se hará un homenaje a Zaporeak y Kresala en la Puerta de Tierra -actualmente desaparecida, situada en el Boulevard, más o menos a la altura de San Jerónimo-, además de una ofrenda floral.

A las 19:30, llega el momento de la recreación histórica del enfrentamiento entre franceses y anglo-portugueses, el asalto a La Brecha y la toma de la ciudad. A las 21:00 horas, el asalto al castillo y la quema de la ciudad en la Plaza Zuloaga. En total, según han señalado hoy en la presentación, participarán «más de 600 personas».

En relación a estas actividades, Molinuevo ha recalcado que «hemos hecho un amplio plan de seguridad en el cual recogemos todas las medidas que hacen falta para cubrir el evento, tanto a nivel de cañones, armas y demás, como de culquier cosa que pueda pasar el el transcurso del mismo, no solamente a quienes participan en él sino también a los ciudadanos espectadores». Ha añadido además que «habrá ambulancias por si acaso, una mayor presencia de la policía municipal, y todas las zonas de evacuación están delimitadas».

Ya para dar fin a las celebraciones, a las 21.30 horas se producirá el tradicional apagón de la calle 31 de agosto, durante el cual tendrá lugar el paseo ceremonial que sale desde la iglesia de San Vicente y, tras recorrer la calle a la luz de las antorchas, termina frente a la iglesia de Santa María. Todo esto, al son del primitivo himno de San Sebastián, la marcha por los fallecidos y la interpretación de los coros Santa Cecilia y Gaztelupe.

Ya está todo listo para ofrecer a la ciudadanía un día con una agenda repleta de actos -que no serían posibles sin la «buena voluntad» de colaboración de los comercios- que nos brindarán muchos buenos ratos y un sinfin de emociones. Comienza la cuenta atrás: tres, dos, uno... ¡Fuego!

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