Se presentó Divina en la Cocina

Divina en la Cocina, en su amplia oferta gastronómica, preparó un festejo diferente, queriendo sorprender a los invitados. Ofreció una serie de pintxos que podían parecer una cosa pero en realidad eran otra. Con este peculiar recurso culinario que hoy en día está tan de moda en la alta cocina y que se llama 'trampantojo', Paloma Gilardi quería animar a los asistentes a probar nuevas creaciones y a jugar con los sabores y la estética de los alimentos.

Para la ocasión contó con la colaboración de Marta Pineda, experta en decoración y diseño. Ella creó la invitación y también dio su toque especial para hacer atractivo el espacio.

Para la ocasión, el atrezzo era una cama vertical, en el que los asistentes pudieron sacarse fotos y jugar con la idea de que empezaban a desperezarse a primera hora del día. La música y los efectos sonoros los puso Alberto Domínguez, de Remoto Controllo.

El juego empezaba ya con la invitación al acto, ya que se convocaba a los invitados a las 19 h, pero con una pregunta sugerente y a la vez un poco contradictoria: '¿Desayunamos juntos?'. Resultaba chocante pensar en desayunar a mitad de la tarde.

A la entrada a esta especial fiesta se repartieron entre los asistentes unos antifaces para hacer vivir mejor esa sensación que uno tiene cuando se despierta en su cama y va abriendo poco a poco los ojos.

Y de repente, las mesas de la sala Keler estaban repletas de cafés y yogures, que en realidad tenían ingredientes muy diferentes a los que estamos acostumbrados a probar a primera hora de la mañana.

Así, el café-tus era realmente una crema de lentejas y boletus y el yogur era una mousse de mascarpone y parmesano, que podía acompañarse de una mermelada de tomate confitado con albahaca y un muesli salado de mil sabores. Quizás por eso se llamaba 'yogur ex-plo-si-vo'. Estaba riquísimo.

Los asistentes también degustaron unas tostadas y unas galletitas que recordaban mucho a las famosas Oreo. La galletitas en realidad no tenían chocolate dentro, sino tinta de calamar y crema de bacalao. Paloma las llamó 'La baca-Oreo'. Y la tostada era pan de bacon y queso, en la que se podía untar una melosa mermelada de pimientos confitados y una mantequilla de Idiazabal. Al final del evento, los asistentes se llevaron un dulce postre que evocaba a un mojito y que realmente era un crumble de menta, con caramelo de ron, lima cremosa y corona de merengue. Fue la perfecta guinda a una jornada exquisita de cocina sensorial.

Al evento asistieron más de un centenar de personas, interesadas en el mundo de la gastronomía, además de gentes cercanas a la organizadora, Paloma Gilardi. Entre el público Eloísa Patat y el grupo Bloggers Donostiarras; representantes de Baserri Eskola Sastarrain; el reconocido fotógrafo y cámara donostiarra Pablo Guiroy; los expertos y conocidos publicistas guipuzcoanos Fabian Iraola e Iñaki Varcárcel; la nutricionista Arantxa Ezcurdia; Jone Karres Azurmendi, de la empresa Adore Basque; Batirtse Pérez, responsable de catering; Sol Busca, directora de la empresa En clave de Sol; Jorge Caballero, de la empresa Colortek; Dada Bonio, de Dadada Photograpy y representantes de A Contrapelo peluquería, Óptica Zurriola y San Sebastián For You.

Sorprendió a todos los asistentes la originalidad del evento y la variedad y calidad de los pintxos, galletas y otras delicias presentadas. Paloma Gilardi promete organizar pronto otro festejo. Se lo pidieron los asistentes.