«¿Qué tal si le preguntaras a la cajera cómo va el mundo?»

- ¿Y por qué habría de preguntarle a la cajera?

- Porque ella está a diario en contacto con decenas, cientos de personas.

- ¿Y quién soy yo para preguntarle a ella?

- Eres la CEO de ese centro comercial, de ese supermercado, de esa empresa multimarca al por menor.

- ¿Y no sería mejor dada mi posición en la empresa que convocara una reunión con los analistas de mercado, los prospectores de tendencias, las ingenieras de comunicación? Al fin y al cabo, soy una directiva.

- Empezamos mal si aún empleas esa palabra para definir tu estatus.

- ¡¡¡¿'Directiva'?!!!

- Es una expresión que debería ser abolida. Y a 'líder' habría que quitarle toda la carga de 'aquel o aquella que dirige'. Creo que ha llegado el momento de utilizar otros vocablos.

- ¿Por ejemplo?

- Influencer/influenciador(a). Facilitador(a). Mentor(a). Porque ya no eres quien dice lo que hay que hacer. Sino quien hace las preguntas. O provoca que los demás las hagan. Y buscáis entre todos las respuestas. Debes saber otra cosa también: tú por muy alto que estés en la (supuesta) pirámide de la empresa no eres la única que tiene los datos. Ni la única que los maneja.

- ¿Ah no?

- No. La posesión y el manejo de los datos se ha democratizado. Todos los que trabajan contigo (no digas tampoco ya 'para mí') pueden tener acceso a ellos. Tu tarea cambia radicalmente. No se trata de que 'liberes' esos datos y se los vayas entregando a los demás, sino de incentivarles para que, compartiéndolos, todos se aprovechen de lo que todos saben y controlan. Sin miedo al fracaso. Porque ahora resulta que lo que a este no le sirve pueder serle útil a ese otro.

- Hará falta un tiempo (largo) para que nos liberemos de la idea de que fracasar es eso... fracasar.

- Más pronto que tarde tendremos que desprendernos de ella. Durante siglos hemos unido 'fracaso' con 'castigo'. Unámoslo de ahora en adelante con 'oportunidad'. Porque eso que a ti no te ha dado resultado puede que en mi negociado sí lo dé. No te voy a recordar, tampoco, la importancia de la 'serendipia' en el avance de nuestra sociedad...

- 'Serendipia', moderna forma de expresar 'chiripa' o 'carambola'.

- Justo: 'descubrimiento que se logra de manera casual e imprevista'.

- Fran, aún no me has terminado de convencer sobre el hecho de que tenga que bajar a las cajas para preguntar a los reponedores cómo va el mundo. Piensa que estamos en el Hotel Londres y tu avión sale dentro de poco.

- Yo en realidad soy un loco del tren. En cuestión de puntos por kilometraje, trayecto y fidelidad de Renfe tengo todos los habidos y por haber. Pena que las comunicaciones entre Donosti y Barcelona por ferrocarril no sean del todo perfectas.

- Mejorarán, tranquilo. Contesta a lo de los reponedores y las cajeras.

- Deberías haberlo entendido ya. Hasta ayer, la demanda se acomodaba a la oferta. La gente compraba lo que había y lo que no había ni lo pedía. Hoy el cliente tiene acceso a toda la información que desee y sabe que existen cosas que tú no le estás ofreciendo. Va a preguntarte por ellas. Y te las reclamará. Pero no irá directamente a ti, a donde la CEO, la 'inflenciadora' dicha anteriormente 'directiva'. Se lo comentara a la cajera. O a la reponedora. Piensa pues que tu compañía tiene cientos de 'micrófonos' abiertos, microfonos humanos para captar por dónde va la demanda. Y quien dice 'cajeras' dice acomodadores de cine. O taxistas. Los CEO, los influenciadores, los 'lideres', deben de andar más por los pasillos y las calles.

- La nueva palabra que define mi cargo ('mentora') implicará también que no puedo decir que tengo 'gente debajo de mi' ¿Adiós a la estricta jerarquía empresarial?

- Forzosamente. O perderás productividad. Productividad de la buena. Di y ten gente 'a tu alrededor'.

- Me da que suena tan bonito que todos los 'directivos' se apuntarán en tropel a esta tendencia.

- Os haré una advertencia: no servirá de nada si lo hacéis sin autenticidad, solo porque me lo hayáis o lo hayan oído en Xabet University. El cambio ha de venir desde la coherencia. Coherencia de lo que piensas, lo que dices, lo que haces y lo que sientes.