«No se precisa de ciencia para ver que hay formas de paz que nos arrodillan»
Pili Campos RuizVuelve a Vigo tras presentar 'Rafael Amor, un corazón libre' en Casares
Se vuelve hoy a Galicia. A cuidar de su madre, de 94 años, esposa que fue de Pepe. Hizo él la mili en Loyola y ... tan enamorado de San Sebastián y de los vascos quedose que volvió al Finisterre con la txapela puesta y luego siempre que pudo trajo a su familia a pasear por el Urumea (hay fotos, ya amarilleadas). Pili admiraba al cantautor, poeta, cuentista, escribidor, guitarrero, rapsoda, revolucionario argentino Rafael Amor, autor, entre otras 400 canciones, de 'No me llames extranjero'. Pili le fue a escuchar un día de 1988. Dice, sentada en un banco cerca de la parada de Santa Bárbara de la línea 13 de Dbus, que su noviazgo duró de jueves a domingo y el lunes ya estaban viviendo juntos. 37 años después, cuida del legado de quien compuso 'Olor a goma quemada' o 'Violetta' y sigue descubriendo escritos guardados por Rafael en el archivo de recetas de cocina de la computadora de la familia. Pili estuvo en Donostia acompañando a José Casado y María Deveso (feliz cumpleaños, poeta) en la presentación en la biblioteca Casares y en la librería Noski del libro 'Rafael Amor, un corazón libre'.
– ¿En serio? ¿Sigues encontrando escritos de Rafael? ¡Y guardados en el archivo de las recetas de cocina!
– No era bueno, nada bueno, con la computadora. Solía decir que lo más moderno que había tenido de niño era el timbre de su casa. Lo antepenúltimo que encontré fue un mail que le había mandado a un amigo contándole cómo se había secado el manzano de nuestra casa en Navacerrada. He quitado, naturalmente, las frases más de diálogo entre conocidos, esas preguntas sobre qué tal la familia y el laburo, pero fíjate, donde yo solo veía un árbol enfermo, él armó unas cuartillas bellísimas que pienso publicar tras haber sacado ya 12 relatos en 'El caleserito cósmico'.
«Apuesta siempre al rojo. Una señora dijo cuando el corralito 'yo antes era peronista pero gracias a Dios hoy soy comunista'. El rojo, siempre el rojo. Como las mujeres rojas del poema de mi amiga Sol. Rojo, cruza la calle rojo. Rojo. Siempre»
– Me lees esas cuartillas en el banco frente a la sucursal de la Kutxa. Oigo que al pobre manzano se le notaba 'espantado por el frío' y que Rafael notaba que serrín se había vuelto lo que antes fue un corazón fragante.
– Cuenta Rafael que parecía que el árbol le pidiera ayuda. Sin necesidad de hacha o de azada lo sacó con sus manos de la tierra y se le derrumbó en los brazos. Pero convirtió la madera en leña y...
–... resultó que en la chimenea se instaló el duende de su aroma.
– Escribe que el fuego corcovea bacomo un potro y tal se diría que el árbol le estuviese dándole las gracias por devolverle el fuego.
– Le cuenta Rafael a su amigo en este correo electrónico-poético que al tiempo le preguntó a un vecino andaluz qué nuevo árbol debería plantar en el jardín.
– Y al parecer el vecino le contestó que uno que creciera lentamente para tener buena compañía mientras envejecíamos.
– Hay entrevistas contigo de radios y televisiones locales de La Matanza o Corrientes colgadas en YouTube, subidas a Facebook. Se menciona en ellas una canción que se convirtió veloz en himno de rebeldía y protesta.
– Allá cuando el corralito, cuando los bancos 'encerraron' el dinero y a la gente se le robó sus ahorros, empezaron las protestas y los cortes en el llamado 'cordón habitacional' de Buenos Aires, 100 barrios donde se vive en basurales pero la organización vecinal, social es muy fuerte. Había que cortar 'La tres', la carretera que cruza La Matanza y por la que entran los camiones que llevan a la ciudad todo lo que la ciudad necesita. Cortarla molestando. Porque si la protesta no molesta no sirve. Y la cortaron. Quemando neumáticos. Viendo y oliendo la humareda, Rafael compuso 'Olor a goma quemada'. Tenéis la letra en la página 102 del libro de Josetxo y María pero luego le añadió los versos que hemos puesto en el titular y que, creo, cobran sentido en el mundo que estamos viviendo estos días.
– 'No se precisa de mucha ciencia para ver que no existe...
– ... Mayor violencia que la paz que nos pone de rodillas'.
– Te subes a los escenarios para hablar de Rafael, para leer sus cuentos. Los editas. Visitas televisiones, entras en estudios de radio. ¿Qué haces cuando no estás haciendo eso?
– Primero desayuno con café y a lo largo de la mañana me tomo mis buenos mates. Me gustan las 'juntadas' con los amigos. Hablamos de política. Actualmente se grita mucho pero se habla poco de política. Me he puesto, yo que no tengo nada de ritmo, a estudiar y disfrutar de la percusión. Tengo buenas amigas, Miriam Sandoval, cantautora, Sol Gómez Arteaga, que ha investigado bien sobre la Memoria y las Mujeres.
– Suyo es el poema que citas arriba, ¿no? El de las Mujeres Rojas.
– Se lo dedicó a su abuela, Sara Carriedo: 'Tuvimos mala estrella las mujeres rojas, madres de los hijos huérfanos. Soportamos como pudimosla desgracia de quedarnos solas en un lecho que fue tumba (...) No nos rendimos ni olvidamos el tiempo pretérito en la firme convicción de que la memoria no es sino amor'.
– Largo y obtuso es el viaje en tren de Galicia a Altza y Errenteria. ¿Ha valido la pena?
– Tanto. Todo. Mucho.
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