El balcón giratorio de Donostia
La noria de 42 metros de altura instalada en el paseo de La Concha se abre al público hasta el 8 de septiembre | Cuenta con 14 cabinas climatizadas, acceso para personas con discapacidad y solo ha girado en Cádiz y en los pasados sanfermines
El verano donostiarra ha dado un giro. Y no de tuerca, sino de noria. Después de un mes de julio marcado por el revuelo ... que está causando el rodaje de la nueva película de Woody Allen, -tema recurrente en las conversaciones de bar tanto por el glamour de tal evento como por las críticas a las inevitables afecciones al orden diario de la ciudad-, el nuevo protagonista del verano es el mirador panorámico instalado en los jardines de Alderdi Eder, que amenaza con eclipsar incluso a las estrellas más brillantes de Hollywood. Su estructura imponente de 42 metros de altura y su ubicación inmejorable, en primera línea de una de las playas más alabadas del mundo, harán de esta noria una de las atracciones más visitadas por turistas y locales. DV se sube antes de su inauguración para vivir la experiencia de ver Donostia desde las alturas.
Porque la experiencia no solo atrae a los foráneos, deseosos de obtener buenas fotografías de su visita a la ciudad. A todo buen donostiarra le gusta observar la belleza de su hogar desde todas las perspectivas, también por encima de los tejados. Desde el mirador, al que le han puesto el nombre de 'El balcón de Donostia', se pueden ver las placas solares instaladas en la azotea del edificio del Gobierno Vasco en la calle Andia, los andamios que cubren la torre del Buen Pastor y uno de los cubos del Kursaal, tras el cual se intuye el mar rompiendo en las rocas de la zona de Sagüés, en la playa de La Zurriola. Los más curiosos y observadores podrán incluso ver a los vecinos de las viviendas ubicadas enfrente cocinar, ver la televisión o descansar en la terraza. Todo un Gran Hermano solo censurado por persianas y cortinas.
La noria
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Características
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Estructura 42 metros de altura y 14 cabinas climatizadas
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Iluminación Unas 3.000 bombillas led en color blanco y azul
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Hasta el 8 de septiembre
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Horario Todos los días de 11.00 de la mañana a 23.00 de la noche
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Precio 4,50 euros
El viaje es relajado y apto para los intorelantes al vértigo, gracias a la reducida velocidad a la que gira, -apenas a un metro por segundo- y a las cabinas en las que se viaja. Estas tienen capacidad para ocho personas, que pueden ir sentadas o de pie, y son muy estables. El objetivo es evitar la sensación de vértigo que sufren muchas personas al montarse en una noria, tal y como explica Miguel Ángel Bañuls, responsable de la empresa sevillana Meredyt, que ha diseñado y fabricado la estructura y se encarga también de su explotación.
Inspirada en el London Eye
Fue el London Eye, la gran noria de Londres, la que inspiró la creación de este mirador. «Lo visité en el año 2000 y pensé que algo así podría tener muy buena aceptación en España», recuerda Bañuls. El primer paso fue crear la noria de 70 metros de altura que permanece en Málaga desde hace cuatro años. El segundo ha sido crear esta que ahora luce en San Sebastián, y la empresa ya construye una tercera de características similares para ciudades como Zaragoza, Madrid o Barcelona.
Se trata de la misma compañía que instaló una noria en el Paseo Nuevo en la Semana Grande de 2018, pero la actual es una pieza diferente. «Es un mirador, no una atracción de feria», aclara Bañuls. Eso implica, entre otras cosas, que la noria gira a muy poca velocidad, que no tiene música ni megafonía y que las cabinas son cerradas. Además, la mole ubicada en Alderdi Eder apenas cuenta con unos pocos kilómetros de rodaje, ya que se inauguró el año pasado y San Sebastián es la tercera ciudad en la que se instala desde entonces. Antes ha girado sobre Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, y ha vibrado en Pamplona en los últimos sanfermines.
Han hecho falta doce transportes especiales, doce profesionales y diez días para instalarla
En los últimos días su instalación ha generado mucha expectación. Han hecho falta doce transportes especiales y doce profesionales para su montaje, que comenzó el lunes de la semana pasada y que ha durado unos diez días. El diseño de la estructura, repleto de circunferencias, evoca al del famoso puente de Triana, en Sevilla, aunque Bañuls asegura que está basado en la Torre Eiffel de París y que ofrece una gran resistencia al viento. Al ser una construcción nueva, cuenta con las últimas medidas de seguridad que exige la normativa de la Unión Europea para este tipo de instalaciones.
La noria, que se inaugura hoy y permanecerá en Donostia hasta el 8 de septiembre, estará abierta todos los días desde las once de la mañana hasta las once de la noche. Cuando caiga el sol, unas 3.000 bombillas led iluminarán su estructura. La mayoría de color blanco, aunque las de las cabinas son azules, un guiño a los colores de la ciudad que desde la empresa reconocen que ha sido casual.
La empresa negocia para que la noria se quede hasta Navidad
Tradicionalmente, el verano donostiarra ha contado con una noria para las fiestas de Semana Grande ubicada en el Paseo Nuevo. Este año la llegada de esta atracción turística se ha adelantado y se ha emplazado en un lugar más accesible y con mejores vistas. Según el contrato actual, la noria permanecerá en Alderdi Eder hasta el 8 de septiembre, pero la intención de la empresa es alargar su estancia hasta después de las navidades. «Estamos en conversaciones con el Ayuntamiento, a quienes hemos planteado esta posibilidad», asegura Miguel Ángel Bañuls. Por el momento, no hay respuesta.
El viaje tiene una duración de unos cinco minutos y se dan un mínimo de tres vueltas, en las que la noria detiene las cabinas en lo más alto para que los viajeros tengan tiempo de tomar fotografías y de observar el paisaje, ya que tienen visión de 360 grados. Otra de las novedades es que la instalación está preparada para el acceso de personas con discapacidad, y una de las cabinas permite que viajen personas en sillas de ruedas. Asimismo, al ser silenciosa, es apta para personas sensibles a los sonidos.
La noria ya está aquí, y ahora sus responsables esperan que tenga la misma aceptación de la que gozó la que se instaló durante el invierno en el mismo espacio. «Esta ciudad es mágica y el sitio en el que se ha ubicado no puede ser mejor. Es casi obligatorio subir», afirma Bañuls.
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