El hotel de Torre Satrústegui no podrá ocupar más de un 5% de la superficie de la parcela
El Gobierno Vasco modifica el decreto de protección del palacete, que se transformará en un alojamiento de gran lujo con 25 habitaciones
Un 5% de la parcela. Es la superficie máxima que podrá ocupar el futuro hotel de Torre Satrústegui, según establece la modificación del decreto de ... protección aprobada por el Gobierno Vasco y publicada este lunes en el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV).
En cifras absolutas, y entendida como la ocupación tanto del suelo como del subsuelo, esta limitación se traduce en 1.400 metros cuadrados, toda vez que el ámbito protegido abarca 3,9 hectáreas y el palacete ya consume 560 metros cuadrados.
Esta novedad en el decreto 312/1995 que regula la protección de Torre Satrústegui como Bien Cultural con categoría de monumento responde al objetivo de «garantizar la conservación tipológica del conjunto del edificio principal rodeado de parcela ajardinada» y tiene su origen en una alegación de Áncora que se estima parcialmente. La asociación patrimonialista advirtió de que en la redacción del artículo 15 se suprimía el porcentaje de ocupación máxima actualmente vigente, lo cual posibilitaría una ocupación «casi absoluta» de 8.000 metros cuadrados de parcela.
Se acepta una alegación de Áncora para mantener la limitación de la actividad hotelera en 1.400 metros cuadrados
El Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco ha rectificado y mantiene el 5% como «valor de referencia», lo que no afectará al proyecto hotelero impulsado por Paisajes de Asturias, que ya contemplaba estas condiciones.
La sociedad propietaria del inmueble apuesta por crear un establecimiento de gran lujo con 25 habitaciones, algunas de las cuales –las 15 que se construirán bajo la pradera delantera– «rememorarán el recuerdo de las antiguas canteras de la zona, combinando diferentes materiales que aportarán luz y calidad a los espacios». El conjunto hotelero, que se desarrollará tanto en las dependencias interiores del edificio como en esa ampliación soterrada, ofrecerá además una «exclusiva» oferta gastronómica y un balneario-spa, ambos servicios abiertos al público.
Las suites y servicios soterrados deberán respetar la «topografía original» del terreno
Tal y como adelantó en octubre DV, el palacio «mantendrá los elementos estructurales» que lo conforman: su cubierta, sus fachadas y sus correspondientes muros de carga. También se propone añadir un núcleo de comunicación en el invernadero lateral que conectará con el restaurante y el balneario-spa.
Uno de las prioridades de la rehabilitación es «rescatar un edificio único para el uso y disfrute del público», explican desde Paisajes de Asturias. Para ello, tanto los servicios de restauración como el centro de aguas termales serán independientes y podrán ser utilizados no solo por los huéspedes del establecimiento hotelero.
Construida entre 1883 y 1885 por orden del donostiarra Joaquín Marcos Satrústegui y Bris, Torre Satrústegui es un ejemplo representativo de arquitectura ecléctica de corte historicista. Cuenta la tradición familiar que fue realizada basándose en los planos de otro castillo existente en Irlanda. Desde que sus últimos moradores la vendieron en 2017, ha permanecido vacía y en desuso, precipitando su deterioro. También ha sido objeto de okupación y vandalismo, lo que ha empujado a su actual dueño, el médico y empresario Víctor Madera, a acelerar su conversión en hotel para garantizar su conservación.
Proyecto constructivo
La sociedad promotora deberá ahora presentar un proyecto constructivo ante el Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento, documento que a su vez tendrá que obtener el visto bueno tanto del Gobierno Vasco como de la Diputación, instituciones competentes en materia de protección patrimonial.
Entre las condiciones a respetar destacan las relativas a la pradera delantera, que baja hacia la bahía de La Concha. Según el decreto modificado, «podrán admitirse actuaciones de edificación soterrada siempre que se preserve el estado actual» del terreno, «tanto en su topografía original como en su tratamiento paisajístico y de jardinería».
El documento normativo advierte, eso sí, de que «únicamente serán admisibles intervenciones que garanticen la conservación, restauración o recuperación» del jardín histórico de la torre, que también está protegido.
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