Una gran noria se volverá a instalar en San Sebastián durante la Semana Grande

El éxito popular de la gran noria instalada junto a la plaza Cervantes durante las pasadas Navidades dejó en los responsables municipales un ánimo de tratara de mejorar y renovar esta apuesta, que generó un gran impacto no solo en la ciudad sino en el territorio. Desde el 1 de diciembre al 10 de febrero, se realizaron 90.000 viajes en la atracción. De ellos, 29.000 se llevaron a cabo en los días en los que se estableció una tarifa reducida de 2 euros -todos los lunes- y el resto, 61.000 viajes, a una tarifa de 5 euros.

El coste de la noria fue asumido por Basquetour (Agencia Vasca de Turismo), por lo que no supuso ningun gasto para la ciudad. Cuando se negoció la instalación con los responsables de la atracción se dejó abierta la posibilidad de que, en función de su uso, se hiciera incluso una aportación económica para el Ayuntamiento. Finalmente, los propietarios de la noria entregaron 40.000 euros a las arcas municipales.

Gasco explicó que no dudaron en recuperar la atracción para San Sebastián durante las próximas Navidades, pero en verano había otra oportunidad de sacarle partido con la Semana Grande y no la han desperdiciado. «Analizamos otras ubicaciones, pero pensamos que tras el éxito de Alderdi Eder podíamos repetir el sitio», indicó el concejal.

La decisión se ha tomado esta misma semana. Se ha analizado el lugar porque el lanzamiento de los fuegos artificiales se realiza a no mucha distancia de allí y para evitar riesgos se ha adoptado la decisión de girar 90 grados la base de la noria para colocarla paralelo al paseo. Esta maniobra permitirá no solo colocar la noria sino mantener en las inmediaciones el carrusel histórico, una vez se traslade desde su posición habitual, próxima al Ayuntamiento de San Sebastián, por el lanzamiento de las colecciones pirotécnicas.

La noria tendrá 40 metros de altura, diez menos que la de las pasadas Navidades, y será del mismo modelo que ha venido colocándose cada verano en el Paseo Nuevo, junto al resto de atracciones de la Semana Grande. El empresario andaluz Angel Bañuls explicó, en un reportaje en DV el pasado mes de agosto, que no fue sencillo llevar y montar la noria en este emplazamiento. «Fue bastante complicado, tuvimos que traerla entre doce vehículos y la montamos con un par de grúas», contaba el dueño de la atracción quien explicaba el éxito que había tenido en San Sebastián: «Ha tenido una acogida muy buena, vienen muchas familias con los niños, turistas, jóvenes e incluso mayores», afirmaba el empresario.

Mas que como una noria la gente se montaba para asistir a un mirador, gracias a unas cabinas cerradas, para contemplar unas espectaculares vistas sobre la bahía de La Concha.

Algunos donostiarras bautizaron la atracción como 'Donosti Eye', en referencia a la imponente noria londinense (London Eye), que mide ciento treinta y cinco metros de altura. Esta es bastante más pequeña, pero aún así permite ver la ciudad desde la altura de un decimocuarto piso. Muchos chavales pedían al dueño que la hiciera girar más rápido, pero esa no es la idea. «Las clásicas norias de feria giran rápido. La idea con esta es que funcione como un mirador», indicaba Bañuls.

Aún no se ha establecido cuánto costarán los viajes de esta atracción durante la Semana Grande de San Sebastián. Durante la Aste Nagusia del año pasado había que pagar 3,5 euros por montarse. «Aunque el precio es un poco elevado, merece la pena», decían los usuarios que se atrevían a subir. El coste del viaje en la noria de 50 metros durante las pasadas Navidades fue de 5 euros y pocos se echaron atrás por este precio.

Además de la discusión sobre la ubicación y el precio, el pasado mes de diciembre se esbozó también el debate sobre una noria temporal o una permanente. Llega la campaña electoral y el tema entra en la agenda de los partidos.