La Guardia Municipal de Donostia, tras la pista de un presunto estafador
Las fuerzas del orden de la capital guipuzcoana siguen el caso de un hombre que se hace llamar 'Mikel' y que pide dinero alegando, entre otra serie de presuntos engaños, que su mujer lo va a devolver después
Un presunto estafador anda suelto por las calles de Donostia. La Guardia Municipal de la capital guipuzcoana, según ha podido constatar este periódico, recibió la pasada semana la denuncia de una comerciante del barrio de Amara que afirmaba haber sido estafada por un hombre que dijo llamarse Mikel. Hasta ahí, todo normal. El problema es que no es la primera vez que 'Mikel' intenta engañar a algún que otro donostiarra, según apuntan fuentes cercanas al área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de San Sebastián.
«Sobre él solo tenemos una denuncia, aunque al parecer hay más intentos. Pero como el autor no ha conseguido materializar esas otras estafas, las presuntas víctimas han optado por no denunciar», indican dichas fuentes. El cuerpo de Investigación de la Policía Municipal sigue la pista de este individuo después de que estafase 58 euros a la denunciante el pasado 1 de marzo.
Todo sucedió de la siguiente manera, tal y como se puede leer en el documento de la denuncia al que ha tenido acceso este medio. A las 17.15 horas del 1 de marzo la víctima recibió una llamada al teléfono de su tienda desde un número móvil que empieza por 652. La conversación fue la siguiente: «¡Hola, maitia! No te vas a creer lo que me ha pasado. Ha venido un fontanero a través del seguro Lagunaro a hacer una reparación a casa y ahora me pide 58,60 euros, porque si no dice que no se va. He llamado a mi mujer y me ha dicho que es clienta habitual de vuestra tienda, que sois muy majas y que os pida en su nombre el dinero para poder pagar al fontanero y que mañana os lo devuelve ella».
Es un hombre de unos 50 años, de estatura media y complexión normal, con pelo moreno y canoso cortado con maquinilla pero un poco crecido
descripción
La denunciante, muy extrañada por tener la sensación de que el hombre les conocía de sobra, le sugirió que bajase el fontanero y que le pagaría a él, a lo que 'Mikel' se negó, alegando que «bajaré yo. No puedo ir a ningún sitio a por dinero porque tengo a mi hijo muy enfermo en casa y no le puedo dejar solo. Os lo pido porque vuestra tienda está muy cerca de mi portal y mi mujer me ha dicho que hable con vosotras». El presunto delincuente les facilitó el nombre de la calle y el número del portal, pero no el piso.
Un teléfono sin línea
El individuo se personó poco después en el establecimiento. La descripción que tiene la Policía Municipal de él es la de «un hombre de unos 50 años, de estatura media, complexión normal y pelo moreno y canoso, cortado con maquinilla pero un poco crecido». En ese momento es cuando afirmó que se llamaba Mikel y que su mujer era Raquel.
Al no resultarle conocido su rostro le pidió referencias sobre Raquel, su mujer, y la denunciante «tampoco llegó a ninguna conclusión». Pese a todo, decidió confiar en él por su insistencia en que su mujer era una habitual del establecimiento y accedió a prestarle 58 euros, acordando que al día siguiente 'Raquel' se los devolvería. La denuncia se efectuó 48 horas después, al constatar que nadie había venido con esa suma para devolver el favor y que el teléfono que le dio 'Mikel' nunca estaba en línea cuando intentó ponerse en contacto con él.
Este periódico ha podido confirmar también que otras dos comerciantes de Donostia -en Gros y en la plaza Easo- conocieron de primera mano las malas artes de este presunto delincuente en las últimas semanas. Una de ellas accedió a darle el dinero y la otra rechazó ayudarle.