Donostia ha decretado tres suspensiones de licencias desde 2019

El 28 de febrero de 2019 aprobó una moratoria que afectaba a todo tipo de autorizaciones y licencias, no solo a las de hospedaje, que supuso cambios en 80 preceptos de las normas urbanísticas generales del PGOU y estuvo en vigor dos años, hasta la entrada en vigor de la modificación del planeamiento a la que iba aparejada.

En 2023 se aprobó una nueva moratoria provisional, referida solo a los barrios que se iban a considerar como saturados de hospedaje, para que no se pudieran tramitar licencias hasta que no se aprobase inicialmente la normativa que ahora va a ver la luz definitivamente. Esa decisión de 2023 se consideró un abuso legal por parte de cuatro entidades que presentaron recursos en los tribunales. La Justicia les ha ido dando la razón, pero tarde. El Ayuntamiento ganó la partida porque solo un año después, el 21 de marzo de 2024, la moratoria recurrida había sido sustituida por otra vinculada a la aprobación inicial de la modificación del PGOU para usos de hospedaje.

Es decir, para cuando los tribunales fallan en favor de los recurrentes, la Administración ya se ha desprendido de una suspensión, el instrumento recurrido, que ha sustituido por otra moratoria, que no tardará en ser también recurrida. Efectivamente, la moratoria de licencias de 2024 fue lógicamente impugnada en los tribunales, que ahora vuelven a dar la razón a los recurrentes. La sentencia no llega tardísimo, pero sí con el tiempo suficiente para que el Ayuntamiento la neutralice con un recurso de casación y gane un poco más de tiempo hasta la aprobación definitiva de una normativa que obtendrá luz verde del Pleno antes de dos meses.