Ciudadanos
«Una canción, empanada con grasita de chuleta y unas risas; todo bueno»Irene Álvarez, Joaquín Guillén | Ella nunca había cantado en público. Él había querido ser batería
Ella es de Soraluze, se apellida De Castro de segundo, estudió Educación Infantil, se entrenó en terapia gestalt, es surfera, escaladora, conoce los secretos de ... la risoterapia y está haciendo un curso sobre traumas y apegos con Ana de La Peña. Él es de Minas, capital de Lavalleja, Uruguay. Redondo se apellida de segundo. Es también surfista. Y cocinero. Estuvo en el Narru,el 695 y el Agas. Hoy es propietario y chef de Nex Bite, empanadas para llevar. Juntos forman un dúo que canta en el Boulevard, La Concha y allá donde les quieran. Lomalinda le dicen. Nos juntamos, un par de cervezas 'hazy' de Basqueland de por medio, el día que se cumplían 90 años de la muerte de Gardel.
– Perdonadme pero no me parece un salto tan tan tan grande estar en La Concha y luego estar en La Perla...
– Para nosotros lo fue. Te contamos, nos conocimos en las clases de canto de una profesora que se vino acá desde Praga, Simona. Solía organizar karaokes. En bares. En el Tas Tas, por ejemplo. O en el Ticano de Egia. Ella quería formar comunidad. Hacer amigos. Entre sus alumnos y la gente. Allí nos conocimos. Yo, Irene, sabía que Joaquín tocaba la guitarra (había dado clases con la legendaria familia Biurrun) y que había tocado en la calle. Yo, que cantaba desde niña pero nadie me había oído hacerlo, estaba preguntándome si sería capaz de actuar ante la gente. Le comenté si le apetecía probar juntos. Dijo que sí. Al principio yo buscaba sitios casi como ocultos. Luego me lancé sin red y toma, ¡A La Concha!
– Bravísimo. ¿Qué pasó?
– Que le fui cogiendo el gusto. Un día de marzo se canceló una de nuestras actuaciones porque el encuentro artístico al que íbamos se pospuso. Nos fuimos a La Concha. Tocamos, cantamos. De pronto se nos acecaron dos personas. Bien vestidas. Nos dijeron que les gustaba lo que hacíamos. Habían participado en un congreso y tenían una fiesta privada en la noche. En La Perla. Si nos apetecía, nos contrataban. Que les llamásemos para cerrar las condiciones. Nos dejaron su tarjeta...
– Emoción. Susto. Intriga.
– Tuvimos hasta que preguntar a nuestros amigos músicos con más experiencia cuánto se podía cobrar. Nos aconsejaron no pasarnos. Al fin y al cabo, quienes nos ofrecían ese bolo nos habían visto en la calle y no en una ceremonia de los Grammy.
– Buen consejo.
– Pusimos un precio. Lo aceptaron sin regatear, nos pagaron por adelantado y la fiesta fue un éxito. ¿Entiendes por qué decimos que dimos un gran salto de La Concha a La Perla? Nos dimos cuenta de que lo hacíamos bien y que podíamos ser contratados.
– Lo pillo. Como la frase de Armstrong al pisar la luna, 'Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad'.
«La calle es guapa para hacer música. Te quita miedos, te ofrece contratos. Das grandes saltos. Estás tocando en La Concha y de pronto te sale un bolo bien pagado para una fiesta privada en La Perla»
– Más o menos. ¿Podemos poner nuestro instagram? Para que nos oigan. Y nos contraten.
– Os estáis viniendo arriba pero vale. A cambio de que el chef nos prepare una pizza.
– @lomalinda.mu. Y ya de paso,@risana.terapia. Y @nextbite.es.
– Muchas, ¿no?
– Es que yo (Irene) creo que el cuerpo cuando se mueve empieza a sanar muchos de los daños que tenemos enquistados. Y si te ríes, mejor. Por eso doy cursillos de risoterapia. Y en cuanto a Next Bite, por las empanadas que hace Joaquín.
– Que las cuente él.
– En Uruguay tomé clases de cocina con uno de los grandes, Claudio Miguel. Me enseñó todo sobre las pizzas. En Donostia aprendí del rey de las empanadas, Gastón Origy. Mira, la pizza la mejor pizza, se hace con aquello que tienes en el frigorífico, esos tomates a puntito de pasarse, esos champis algo tristones por el frío de la nevera, Esas aceitunas que se quedaron olvidadas. ¿La mozzarella? La prefiero en bloque. Para poder rallarla. En cuanto a las empanadas...
– ¿Sí?
– La masa, crujiente. El relleno, sabroso. Para mí son como Batman y Robin, no funcionan si las dos no están bien muy bien. Y sí, yo las hago de chorizo a la sidra. Y de grasita de chuleta. La buena grasa es buena. Y punto.
– Hemos hablado de comida rica, de terapias en movimiento, de contratos inesperados. Pero no de vuestro repertorio...¿Qué canta y toca Lomalinda?
– 'El sitio de mi recreo', por ejemplo. Mucho Antonio Vega. Temas de chicas compositoras alternativas y poderosas. Como Sara Sístole. De bandas como Morgan a quienes se les nota que les gusta tocar. Gorka Urbizu. Vetusta Morla. Algo de indie. Queremos 'acompañar' a la gente que está disfrutando de una inauguración, un coctail, un encuentro. No queremos ser el centro de la fiesta sino estar 'ahí'. Que sin necesidad de pararte a escuchar 'sientas' que estamos cerca. Nos oigas.
– Joaquín, ¿es verdad que tú querías ser batería?
– Era un loco de la percusión pero mis padres, por miedo al ruido que pudiera hacer, me regalaron una guitarra.
– Tu abuelo Ramón repartía buena cerveza uruguaya. En burro.
– Aquella maravillosa 'Patricia', sí.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.