La boulevarización de Añorga se completará en 2019 con un proyecto redimensionado

En principio, el ahorro se conseguirá gracias a la pintura y la señalética, aunque no afectarán a la ordenación de los espacios prevista, que dará continuidad a los itinerarios trazados en la primera fase, entre la rotonda de Añorga Txiki y la de Lore Toki. Así, se mantendrán dos carriles de circulación, uno en cada sentido, y el bidegorri discurrirá por el lado de la calzada que lleva al Antiguo. Tanto en esta como en la acera opuesta, la que está pegada al carril en sentido Lasarte, se crearán amplias zonas peatonales.

Los nuevos plazos que maneja el Ayuntamiento parecen definidos. La redacción del proyecto definitivo durará unos dos meses, hasta mediados de agosto. Después llegará el momento de licitar las obras, algo que según las previsiones ocurrirá hacia el mes de octubre. La tramitación del concurso público se prolongará entre tres y cuatro meses, por lo que los trabajos sobre el terreno difícilmente arrancarán antes de la primavera de 2019. Todavía se desconoce el periodo de ejecución, tiempo que quedará acotado en la memoria del proyecto básico, ya en fase de desarrollo. Ramos subrayó que la modificación planteada no afecta a los usos, funciones y fines y que el documento tratará de recoger los deseos de los vecinos del barrio.

EH Bildu interpeló al responsable de Urbanismo y le recordó que, durante una visita a las obras de la primera fase de la boulevarización de Añorga, Eneko Goia transmitió que continuarían con la segunda fase «sin mayor demora». «Pero a la primera fase no le ha seguido la segunda, como se anunció entonces, sino un periodo de paralización o desconexión. Y han pasado ya dos años», advirtió el concejal Ricardo Burutaran.

El edil abertzale señaló que las explicaciones de Ramos sobre los recortes a aplicar «llaman la atención porque el coste de la primera fase era superior a la de la segunda, que se anunció como más sencilla y barata. Pero encima se pretende revisar el proyecto para hacerla todavía más barata y seguramente eso va a ir detrimento de la calidad de los materiales».

El diseño definitivo se aprobará en septiembre y las obras se ejecutarán en primavera del próximo año

Burutaran se mostró optimista respecto a los plazos de ejecución de la segunda fase y reclamó un poco de cariño por parte del gobierno municipal. «Si conseguimos terminar la primera fase, que se inició en la legislatura anterior, creo que en esta se podrá llevar a cabo la culminación del proyecto».

En el turno de respuesta, Ramos dijo que «por desgracia para todos, el cariño no paga las facturas. Se le puede dedicar mucho cariño, pero lo cierto es que la disponibilidad presupuestaria es la que es». El edil del PSE aseguró que «todos los concejales del gobierno local han solicitado incluir en los presupuestos de 2019 diferentes inversiones que ascendían a prácticamente 60 millones de euros y lógicamente no se puede atender a todos porque la disponibilidad económica es limitada y todos hemos tenido que ajustar nuestros deseos». Sin embargo, Urbanismo ha optado por mantener el proyecto ya que «sigue siendo un objetivo de este gobierno municipal, aunque ha habido que revisarlo y redimensionarlo». La partida reservada es de 300.000 euros.