El Ayuntamiento de Donostia reclama a Baika daños por filtraciones de agua en el ambulatorio de Pescadería

La antigua concesionaria de la Bretxa acometió la rehabilitación de la cubierta dentro de las obras para implantar la pista deportiva en la última planta del inmueble, actuación que fue entregada en julio de 2023. Sin embargo, Osakidetza ha comunicado la existencia de «diversas incidencias» que tienen su origen en las filtraciones de agua que se están produciendo a través del tejado que ambas instalaciones comparten.

Según explica el concejal de Proyectos Urbanos, Juantxo Marrero, un informe técnico constata que las filtraciones se producen «como consecuencia de una deficiente ejecución de las uniones entre los diversos elementos que configuran la cubierta». El documento, fechado el pasado jueves, añade que la resolución de las patologías ha sido comunicada «en reiteradas ocasiones» a la empresa y que, si bien se han realizado trabajos para su reparación, estos «no han solucionado» la entrada de agua a través del tejado, tanto en la planta segunda del centro de salud como en la propia cancha de baloncesto. Por todo ello, el consistorio reclama a Baika Mercados que asuma los trabajos «necesarios» para resolver los problemas existentes.

El delegado del PSE subraya que la reforma de Pescadería se encuentra dentro del plazo de garantía de dos años, periodo durante el cual la concesionaria «debe responder de los vicios o defectos de la construcción y está obligada a la conservación de las obras», tal y como recoge la estipulación segunda de la modificación del contrato de explotación y gestión del mercado, firmada en abril de 2022.

Ahora, Baika dispondrá de un plazo de diez días para presentar las alegaciones que estime pertinentes, aunque viendo los antecedentes y la situación actual del grupo inmobiliario, en los despachos de Ijentea no albergan demasiadas esperanzas de obtener una respuesta positiva, por lo que el asunto terminará casi con total seguridad en los tribunales.

Entretanto, Baika y el Ayuntamiento pleitean desde finales de 2024 a raíz de la decisión del gobierno municipal de dar por finalizada la concesión pública ante los «graves incumplimientos» contractuales por parte de la empresa vitoriana, que dejó sin completar la reforma interior del mercado de la Bretxa, los accesos subterráneos y la reurbanización del entorno.

El consistorio acordó el pasado 16 de julio determinar que la indemnización a abonar a Baika por poner fin al contrato de gestión y explotación de la Bretxa ascendía a 6,2 millones de euros. La antigua concesionaria reclamó por su parte dos importes: uno de 33,3 millones por el lucro cesante, que hace referencia a la pérdida de flujos de caja netos que esperaba obtener por la explotación de la concesión hasta 2049, y otro de 22,7 millones por el daño emergente sufrido, que se corresponde con el importe de las inversiones realizadas que están pendientes de ser amortizadas.

Además, el Ayuntamiento ha evaluado los daños y perjuicios causados por Baika en la Bretxa en casi 2,5 millones –sin contar las filtraciones de agua–, una cantidad que descontará de la indemnización final que se fije para compensar al concesionario por acortar en 25 años la explotación del centro. Determinará el montante definitivo el Jurado Provincial de Expropiaciones, órgano que decide sobre los expedientes de justo precio que se producen en las expropiaciones que se llevan a cabo en Euskadi.

De momento, la Sociedad de Fomento se ha hecho cargo de la gestión de la Bretxa y ha empezado a ejecutar las obras que Baika dejó pendientes. Esta semana se completará el asfaltado de las calles Aldamar e Iñigo, con lo que concluirá la reurbanización del entorno del mercado.

También se ha decidido que las baserritarras no se ubicarán en una marquesina en la fachada trasera del edificio Arkoak (Boulevard), sino que se asentarán en los puestos del futuro mercado tradicional que quedarán libres tras la reubicación de carniceros y pescateros.