El Ayuntamiento amplía a 1.000 euros el límite de alquiler para pedir ayudas sociales

Entre las modificaciones aplicadas este año, Goia ha aclarado que en caso de arrendamiento de vivienda completa se establece un límite de 1.000 euros en el coste del alquiler de esa vivienda. «El año pasado el tope estaba en 900 y con el encarecimiento de los precios hemos tomado esta medida», ha comentado. También ha anunciado cambios en el tope de alquiler por habitación. En este caso se podrá pedir la ayuda hasta los 500 euros por habitación.

Asimismo, se ha acordado que, en lo que respecta a ayudas alimentarias, las cuantías en Unidades Convencionales (UC) de un miembro sean de un máximo de 385 euros mensuales por los 325 del 2022, en caso de dos miembros de hasta 500 euros mensuales y de tres personas de hasta 550 euros. El alcalde ha matizado que la mayor parte de estas ayudas se sufragan con las aportaciones del Gobierno Vasco.

Goia ha señalado que para aprobar los criterios relativos a 2023 se han tenido en cuenta, entre otros aspectos, que el retraso en la tramitación e ingreso de las ayudas dificulta el pago de las rentas de alquiler o cuotas de hipotecas de familias sin ingresos o con ingresos bajos, poniendo en riesgo la disponibilidad de la vivienda de estas personas.

A pesar de que la orden para aprobar estas ayudas todavía está pendiente por parte del Gobierno Vasco, el equipo de gobierno comenzará a tramitarlas con inmediatez, ya que considera urgentes «aquellas ayudas cuyo pago se hace mediante mensualidades a lo largo del año, incluidas las ayudas puntuales de entrada a vivienda».

En 2022 se destinaron 3.394.601 euros a estas mismas ayudas, pero, tras la aportación extraordinaria a realizar para mitigar el efecto de la subida del gasto de la energía a lo largo del año, la cuantía ascendió 3.900.000 euros. Asimismo, a lo largo de ese año, se recibieron 3.236 solicitudes de Ayudas de Emergencia Social.