El arte de aprender haciendo

El paseo por las aulas que acogen a los niños del primer ciclo de Primaria resulta estimulante. La clase de matemáticas para los más pequeños se ha trasformado en un mercado y una casa en la que productos y objetos se pesan o se cuentan. En el pasillo, el altavoz de la radio, en el que los pequeños dan las noticias al empezar el día y en todas las aulas, distintos chocos que llevan a los chavales a moverse entre ellos.

El colegio Harri Berri-Oleta ofrece Educación Infantil y Primaria. Surge de la fusión de dos escuelas del barrio: Harri Berri, que ofrecía enseñanza Preescolar y Educación Infantil y Oleta, que tenía solo Enseñanza Primaria. La fusión fue efectiva en el curso 2004-2005 y surgió Harri Berri-Oleta Ikastetxea.

El centro cuenta con tres edificios. El alumnado de dos años está en su propio edificio y los niños hasta cinco años, en otro. Además está el edificio de Enseñanza Primaria, que acoge a los niños de 6 a 12 años.

El proyecto para cubrir el patio de la escuela, aprobado recientemente es para los edificios de Enseñanza Infantil. Inicialmente se iba a cubrir el patio de los niños de 3 a 5 años, pero el proyecto se ha ampliado y enlazará este patio con el edificio de los más pequeños.

«Al principio el plan era más modesto, pero luego planteamos al Ayuntamiento, enlazar con la cubierta los dos edificios de los pequeños», explica la directora. «Es una demanda histórica de las familias del centro. El año pasado nos dieron el visto bueno al proyecto. El Ayuntamiento escuchó nuestras necesidades como escuela y aprobó la actuación. Los niños a partir de 3 años tenían que cambiar de edificio a la hora de comer y se mojaban cuando llovía. Con la cubierta proyectada en el plan del Ayuntamiento esto no va a pasar».

Se cubre el patio existente y se realiza una cubierta para ir de un patio a otro. Pero además se mejora la accesibilidad al edificio de dos años, porque todo era a base con escaleras. «Pensamos sobre todo en las familias y en los niños. Porque a los niños de dos años, las escaleras les dificultan el paso. Es todo un logro para nosotros». La obra se iniciará, según las previsiones el 1 de junio.

La cubierta proyectada es a base de cristal y madera y afecta a patio de recreo. La parte frontal estará formada por láminas de diferentes colores. El diseño de la cubierta es obra del arquitecto Borja Llop Chocarro, que ha ideado una cubierta central con dos pérgolas adosadas. Permitirán realizar un recorrido protegido entre los dos bloques que acogen a los niños más pequeños del colegio.

El proyecto contempla eliminan las barreras arquitectónicas de acceso que existen en la actualidad. En la cubierta, el cierre y la estructura horizontal serán de vidrio y madera y los pilares y las bajantes, de acero galvanizado. Su frente vertical será alegre para los chavales, con vidrios de cinco colores diferentes.

Se celebra la intervención de artistas y escolares de Harri Berri-Oleta por la que se pintaron murales en los muros del edificio de Infantil. «En realidad es fruto del proyecto de acercar el centro al barrio, que ha dado muchas colaboraciones», explica la directora. En esta línea, colaboran desde hace 6 ó 7 años con las Jornadas de Educación de Altza, a las que este año se ha sumado el colegio Altza.

Dedican un espacial reconocimiento a la profesora Meri Sánchez, que se jubiló hace 3 cursos. Durante años fue profesora del departamento de matemáticas, jefa de estudios de Oleta y una gran innovadora en el centro. Junto con Aitor Rivas, que fue profesor del programa de refuerzo Bidelaguna, impulsó el nuevo logo, puesto en marcha el año pasado. Representa la hoja y el árbol que dan nombre al barrio y en su interior, los tres edificios de la escuela.