El Velódromo estrena cubierta contra las goteras

Las obras para instalar una nueva cubierta se han realizado durante los últimos cuatro meses y medio con el objetivo de resolver los problemas de goteras y filtraciones que afectan desde hace años al tejado de esta histórica instalación deportiva y cultural de la ciudad, inaugurada el 21 de agosto de 1965 y que fue cubierta ocho años después. Esta intervención en la cubierta del Velódromo, definida como «objetivo estratégico» de Donostia Kirola en esta legislatura, tendrá su continuidad en pocos meses con el inicio de la reforma del Miniestadio.

Sobre esta renovación, Iñaki Gabarain, concejal delegado de Deportes y Vida Saludable, señala que «es un proyecto ambicioso, de reforma integral, que va a eliminar las filtraciones de agua, mejorando la eficiencia energética de la instalación».

Las obras, que han tenido una duración de cuatro meses y medio y que se vieron interrumpidas durante unos pocos días por jornadas de fuertes vientos, han consistido en la retirada de las dos capas de láminas de PVC existentes en la antigua cubierta y la colocación de una capa impermeable denominada TPO con una garantía de 20 años. Bajo esta capa se ha instalado un aislante térmico de 6 centímetros.

La obra ha supuesto una inversión de 1,18 millones de euros, de los cuales medio millón provienen del plan de subvenciones para equipamientos deportivos de Gipuzkoa 2022-2025 de la Diputación.

«Para el Ayuntamiento y Donostia Kirola es una prioridad total empezar a dar pasos reales con la renovación de la ciudad deportiva de Anoeta, y la instalación de la nueva cubierta del Velódromo se sitúa en ese objetivo que perseguimos», añade el edil del PSE.

A pesar de la complejidad técnica de la obra, con 14.000 metros cuadrados de superficie, la actividad deportiva habitual de la instalación «no se ha visto interrumpida, con algunas excepciones puntuales debido a las inclemencias meteorológicas y las fases más complicadas de la obra», reconoce Gabarain.

En este sentido, explica el concejal de Deportes y Vida Saludable, se «acordó» con las federaciones de atletismo y ciclismo un protocolo de actuación para poder compatibilizar estas obras con los entrenamientos y competiciones habituales, «si bien la actividad de ciclismo resultó algo más afectada durante los primeros meses». Por el contrario, se realizaron sin mayores contratiempos los campeonatos de Gipuzkoa y Euskadi de atletismo habituales en estas fechas.

En relación a las excepciones puntuales que cita el edil socialista, cabe recordar las quejas que el estado del Velódromo provocó entre los deportistas a principios del pasado mes de diciembre. Varios atletas que utilizaban la pista de la instalación denunciaron tras las lluvias caídas que «así es imposible entrenarse, nos jugamos una posible lesión», decían tras filtrarse agua desde la cubierta al tartán. «No es la primera vez que ocurre, pero lo de hoy es indignante», insistía otro atleta de un club donostiarra.

Estos deportistas explicaron que no había forma de utilizar las calles centrales de la pista de atletismo, las dedicadas a las pruebas de velocidad y las vallas, y tampoco los calles destinadas al salto de longitud y la zona del salto de altura. Y lo mismo ocurrió con los ciclistas que se ejercitaban en la pista. Ninguno se arriesgó los días de fuertes lluvias porque cualquier gota de agua que mojará la pista podía ponerles en peligro.

Con la reforma integral de la cubierta de esta histórica instalación deportiva, lo que se pretende evitar es precisamente este tipo de incidentes que obligaban a los deportistas a tener que modificar sus rutinas diarias de entrenamiento.