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Tesoros que nadie quiere destruir

Tesoros que nadie quiere destruir

La Universidad de Navarra proyecta transformar la villa de ISSA en residencia, pero Bildu no tramitará la licencia de obras hasta estudiar la petición de la asociación Áncora

JORGE F. MENDIOLA

Miércoles, 20 de mayo 2015, 10:22

Fue construido hace más de un siglo por el arquitecto José María Mendoza Ussía como residencia de verano para los marqueses de Aldama, pero los donostiarras conocen este palacio como la villa de ISSA. Está en Aldapeta y comparte parcela con Etxezuri, la antigua sede de las Juntas Generales que, en realidad, no eran más que la cocheras del marqués. Y encierra tesoros arquitectónicos de un valor incalculable que ahora salen a la luz gracias a la solicitud de la asociación cívica Áncora para que sean incluidos en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc).

El edificio, también llamado Villa Eva y propiedad de la Universidad de Navarra, es considerado por los expertos un ejemplo paradigmático del estilo neoplateresco, con las dependencias dispuestas en torno a un patio, decorado con vidrieras de la casa Maumejean y zócalos de azulejos de Talavera. Uno de los elementos más destacable es el baño art-decó, único modelo que sobrevive de este estilo y tipología en todo el País Vasco.

Por su importancia, el Palacio Aldama ha merecido una publicación monográfica del Departamento de Historia del Arte de la UPV y desde Áncora también se ha solicitado al Gobierno Vasco que lo declare Bien Cultural. «Sorprendentemente», lamenta la catedrática en Historia del Arte y miembro de la asociación Montse Fornells, «el garaje y lavadero de coches de la villa está protegido en el Peppuc pero no la propia villa, pese a la solicitud en tal sentido presentada al Ayuntamiento y que no ha tenido respuesta».

La cuestión es que el inmueble está vacío desde el traslado de los últimos alumnos de ISSA porque la Universidad de Navarra proyecta construir allí una residencia de estudiantes femenina. Con este fin ha promovido una modificación del Plan General -ya aprobada- y la correspondiente licencia de obras, pero el gobierno municipal de Bildu ha decidido no tramitarla hasta estudiar las demandas de Áncora.

La asociación cívica advierte de que la intervención en el Palacio Aldama conllevará «graves alteraciones como la destrucción del baño art-decó -algo que la universidad niega- y la construcción de un ascensor externo adosado a la fachada principal». Fornells asegura que la voluntad de la plataforma no es «paralizar» el proyecto, sino lograr que se «respeten y preserven» los elementos patrimoniales más valiosos y significativos.

Para lograrlo, proponen que el ascensor incluido en los planos de la reforma consultados por Áncora «se instale en la parte trasera del edificio, de modo que quede oculto a la vista y su instalación no afecte al hall de entrada porque sería un auténtico horror».

Historiadores en Urbanismo

Áncora ha participado recientemente en una mesa redonda celebrada en el Koldo Mitxelena con los grupos políticos con representación municipal y en ese encuentro llegaron a la conclusión de que la protección del patrimonio no debería depender del departamento de Urbanismo, en el que no hay historiadores ni arqueólogos ni especialistas en arte. «Las decisiones sobre asuntos como éste del Palacio Aldama las toma el aparejador de turno y todos estamos de acuerdo en que se tendría que contar con la opinión de expertos», dice Fornells.

La pregunta es por qué la villa de ISSA no está incluida en el Peppuc si data de 1913. «Cuando elaboraron el catálogo se les pasaron por alto muchos edificios y los dueños del inmueble tampoco lo solicitaron. Nosotros no somos talibanes ni pretendemos que la universidad no construya una residencia o lo que desee. Simplemente queremos dar la voz de alarma para que el proyecto no se apruebe tal y como está, sino protegiendo los diferentes elementos de valor». De momento, con su reclamación han logrado frenar la concesión de la licencia, trámite previsto en un inicio para la Junta de Gobierno del pasado viernes pero que finalmente no se trató.

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