¿Homofobia o publicidad?

Un vecino denunció a una peluquería de la Parte Vieja donostiarra por hacer uso publicitario de la fachada de su comercio. La multa rondó los 400 euros con por «colocar carteles en la vía pública sin autorización» y con un aviso de que en caso de reincidir la siguiente ascendería 3.000. Posteriormente se le retiró la sanción aunque no se le devolvió el dinero.

La ordenanza municipal de San Sebastián exige la autorización expresa para la colocación de carteles publicitarios en las calles, sin embargo el comerciante multado apunta que su cartel no es publicitario sino una reclamo para el turista. «Los locales en 'lo viejo' pasan desapercibidos y es una llamada de atención para que sepan que hay una peluquería de vanguardia aquí», apunta Alberto, propietario de la peluquería Naiz. Consciente de la posible multa, el propietario ha decidido intentarlo con otra fotografía que también promete no dejar indiferente a los paseantes.