La Txiki se hace más grande

En la segunda jornada de la regata coruñesa confluyeron la solvencia oriotarra y las dificultades que encontró su principal rival, Donostia Arraun Lagunak, para dominar las olas y el viento. La Lugañene no gozó. Fue última durante buena parte del primer largo y al final se hizo con su tercer segundo puesto del curso, pero más cerca de Donostiarra y Hondarribia que del liderato. Si el sábado se dejó cinco segundos con Orio, fueron prácticamente veinte.

En la salida, las aguiluchas hicieron borrón y cuenta nueva. «Al ver cómo estaba la mar, sabíamos que cinco segundos no eran decisivos. No nos fiábamos de Arraun Lagunak y hemos salido a tope, como si partiéramos de cero», explicó su patrona, Nadeth Agirre.

Como un pura sangre al salir del cajón de salida, la Txiki salió desbocada en cuanto vio el semáforo en verde. En medio largo, ya aventajaba en prácticamente dos botes a las otras tres embarcaciones, con la Lugañene siempre a cola por la calle dos.

En la aproximación a la ciaboga, Orio continuó percutiendo pero encontró el eco de Donostiarra. La Torrekua vivió sus mejores minutos, que merecían un mejor final que su floja maniobra. Se abrió tanto en el viraje -también lo hicieron los demás botes, dado que el viento los echaba para fuera- que entró a nueve segundos de Orio y con tres de ventaja sobre Arraun Lagunak, y sin embargo afrontó el largo final en la tercera posición a prácticamente trece segundos de las oriotarras. La Lugañene supo agradecer el regalo.

En la recta hasta la meta, las entrenadas por Xanti Zabaleta siguieron a lo suyo, crecidas sobre esa ola interminable y que tanto empuja como es la confianza. Arraun Lagunak recuperó el control a la vuelta, sin llegar a cerrar su vía de agua.

Con las dos primeras posiciones muy definidas, Donostiarra y Hondarribia-Bertako mantuvieron una bonita lucha por la tercera plaza, que fue para las primeras. La gran regata que apuntaban las donostiarras en el primer largo se quedó a medias, lastrada por esa ciaboga en la que Hondarribia se les echó encima. Las pupilas de Iñaki Mendizabal, sin embargo, se rehicieron y aguantaron casi todo el largo con un segundo de margen, lo que les permite recuperar su colchón de dos puntos sobre las hondarribiarras. Las de Iker Cortés son colistas, pero exhiben argumentos.

Orio, que introdujo más cambios que nadie (cinco, por cuatro Donostiarra y uno Arraun Lagunak y Hondarribia), alineó a Itziar Olasagasti, Amaia Galdos, Leire Arriola, Garazi Oliden, Laida Arruti, Ohiane Iraola (babor); Olatz Ortega, Sandra Piñeiro, Nerea Badiola, Itxaso Azkonobieta, Leire Alcalá, Leire Garate (estribor), Vicky Piñeiro de proel y Nadeth Agirre de patrona.