Once años de espera a la mejor pesca en Pasaia
Las hermanas Eli y Ane Pescador logran su primera bandera juntas Las errenteriarras habían bogado juntas en la Ama Guadalupekoa en 2009, y desde entonces habían sido rivales en Hibaika y San Juan hasta que se han reunido en la Madalen
Los manuales de pesca recogen mil detalles sobre cañas, carretes, pescados, nudos y cebos. Pero el principal consejo se transmite de padres a hijas, de ... amonas a nietos: la paciencia. Ha hecho falta una espera 'santojobiana' para que Eli Pescador (Errenteria, 1982) y su hermana Ane (Errenteria, 1992) hayan sacado del agua su mejor bandera. No es la de La Concha, pero sí mucho más emotiva: la primera que ambas logran juntas después de una vida rivalizando en la mar en embarcaciones diferentes, en Hibaika y San Juan, respectivamente.
Pero el pasado sábado, en la primera jornada de la Liga ETE disputada en Pasai Donibane, ambas compartieron victoria -y tosta- a bordo de la Madalen de su localidad natal. «Hemos ganado otras banderas, pero resulta especial hacerlo con mi hermana y en la trainera del pueblo», aseguran. Más que estas palabras, habló su enorme abrazo en el bote.
Por un día, las dos sonrieron a la vez, acostumbradas a que la felicidad de una conviviera con la tristeza de la otra. En su caso, un disgusto a medias, pues «siempre te alegras por los éxitos de tu hermana».
«Hemos ganado otras regatas, pero hacerlo con tu hermana y en la trainera del pueblo es especial»
Les debió de gustar tanto la experiencia en la I Bandera Igartza, que repitieron al día siguiente en la I Bandera Adegi, en el mismo escenario, una bahía pasaitarra que une un gran lazo sentimental con su familia. «Fue muy significativo. Toda la familia estaba revuelta: la ama, las tías... Nos decían que al aita le habría gustado vernos ganar», además en la bahía pasaitarra, donde reposan sus cenizas. Ahí estaba el bueno de Pedro.
Se llevan diez años de edad, pero fue la pequeña, Ane, la primera que se inició en el remo, como «alguna de la cuadrilla», siendo infantil en Hibaika -la segunda temporada de cadete la hizo en San Juan-. Eli comenzó tres o cuatro años después, también «por una amiga».
Juntas en Hondarribia
Eli «siempre» ha tenido ficha con Hibaika, aunque en verano de 2009 y 2010 remó cedida en la trainera de Hondarribia y en 2011 en Zumaia. Curiosamente, ambas hermanas llegaron a remar juntas en la Ama Guadalupekoa hace diez años. Ane aún era juvenil de primer año, y no disputó muchas regatas, por lo que Eli le debió animar más de una vez.
Un año después, la hermana pequeña recaló en San Juan, donde lo ganó todo. Incluidas cinco veces la Liga Euskotren y La Concha, la espina clavada de Eli. Antes de que se desintegrara la tripulación de las bateleras, Ane había decidido dejar el remo. Pero volvieron a interceder los ánimos de Eli, con la mano izquierda que solo puede tener alguien que conoce de primera mano los sacrificios que implica este deporte.
«Me dijeron que apareciera a entrenar de vez en cuando -recuerda Ane-, e incluso remé en algún descenso. Tenía otros proyectos para el verano, pero en junio andaban justas de efectivos, y ya ves. Hace unos meses ni me planteaba remar, y ahora me veo con dos banderas». «Ha habido que hacer una pequeña labor para convencerla, pero creo que se da cuenta de que era una oportunidad muy bonita de remar juntas en casa», explica con una sonrisa pícara Eli, la única que ha remado en las ocho temporadas de la Madalen. A sus 37 años, asegura que «no es fácil tomar la decisión de dejar de remar. Es ya un hábito en tu vida», que prevé aparcar en 2021.
«Hace unos meses ni me planteaba remar, y ahora me veo con dos banderas y disfrutando», valora Ane
Destacan «el buen ambiente» que reina el equipo que prepara Amaya Gezala. «Desde el primer día que vine -apunta Ane- estoy muy a gusto. Hay gente muy joven con la que me identifico durante mis inicios. Cambian las compañeras y las ambiciones respecto a San Juan, pero disfruto mucho» en el club y en la Liga ETE, donde Hibaika vive su segundo año. «El pasado fue el que más he gozado y aprendido comode remera -agrega Eli-. Remamos con una naturalidad que no hay en la Liga Euskotren, donde la tensión es mayor».
En la mente de Ane aún rondan sus proyectos, pero el verano plantea muchos alicientes: pelear en una liga que ven «igualada con Tolosaldea, Zumaia, Deusto y Kaiku», y, por qué no, compartir presencia en la Bandera de La Concha. Otra pesca que merecería la espera.
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