Diferentes y de igual valor
Qué dos regatas vimos ayer. Diferentes pero de mucho valor en ambos casos, aunque con miras al próximo domingo veo una bandera más en el ... aire que la otra.
Dada la superioridad que las remeras de Orio han demostrado las dos últimas temporadas, no llama tanto la atención su victoria como la enorme actuación de Donostiarra. No es nada fácil en un largo de cinco minutos recortar de 8 a 2.22 segundos a un equipo hecho como el aguilucho, lo que denota que hay potencia en una Torrekua a dos segundos de poder hacer historia. No lo tendrá fácil en la tanda de honor, donde Donostia Arraun Lagunak será otra trainera donostiarra más, y Tolosaldea habrá cumplido haga lo que haga tras su superactuación de ayer. Por cierto, tiene historia su trainera, que la compró San Pedro en mi etapa en el club y parecía maldita cuando la estrenó Pedreña, y ahora la ha cedido a Tolosaldea, que navega rápido en aquella antigua Seve Ballesteros.
Curiosamente, la regata masculina está más abierta que la femenina tras la exhibición de Hondarribia. Qué barbaridad lo que hicieron esos remeros y sobre todo su patrón. Ioseba Amunarriz se la jugó donde debía hacerlo para arrimarse a Zierbena, y a partir de ahí su acierto con las olas concedió a los hondarribiarras una renta sensible como para gestionarla el domingo. Yo dormiría más tranquilo siendo Mikel Orbañanos que Juan Zunzunegui, aunque me descubro ante el gallego por lo que está consiguiendo en Zierbena.
Lejos de la bandera están ya Santurtzi, que bogó en otra tanda y por la calle uno, y Orio, a los que mando ánimo porque merecen acabar con un buen sabor este año.
Dejo para el final a Donostiarra, que con la mar de ayer veía incluso en la tanda de honor, y a Zarautz, que ha vuelto a La Concha trece años después. Entonces lo disfruté en la Enbata, y ahora desde casa. Zorionak.
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