Zubeldia renueva con la Real Sociedad hasta 2029

Las conversaciones para su renovación no han sido sencillas y se han dilatado en el tiempo por espacio de un año, aunque al final se ha acabado imponiendo la voluntad del jugador para seguir vistiendo de blanquiazul los próximos años. Al azkoitiarra también la habría gustado que el acuerdo se hubiera producido antes, ya que ha tenido que salir a responder varias veces sobre su futuro, la última de ellas hace poco más de un mes cuando afirmó aquello de que «algunas renovaciones se hacen rápido y otras no. No puedo decir más».

Al final, la clave ha residido en estirar el nuevo contrato un año más de lo inicialmente previsto hasta 2029, lo que le garantiza completar su carrera prácticamente en la Real (tiene ahora 26 años) y un buen montante económico acorde con el nivel deportivo que lleva tiempo mostrando y que esta temporada ha elevado de forma notable respecto a las anteriores.

También ha tenido que ver en la duración de las conversaciones que su anterior contrato databa de 2018, hace cinco años, cuando apenas había completado su primera temporada en la Real. Esa diferencia entre un acuerdo alcanzado cuando era un meritorio y su estatus actual como uno de los pilares de la plantilla era considerable y ha habido que limar muchas cuestiones hasta llegar a una entente por ambas partes.

Zubeldia es un hombre clave en el esquema de Imanol, que no ha dudado en recurrir a él incluso en situaciones en las que no ha estado al 100% físicamente. La última el pasado sábado frente al Girona cuando apenas pudo entrenarse durante la semana por unos problemas musculares en la cadera derecha.

En la jornada anterior, en el partido ante el Real Madrid en el que resultó lesionado, el técnico confesó en sala de prensa que en el descanso le había pedido el cambio, pero le mantuvo en el campo hasta el minuto 65. La explicación del oriotarra fue muy significativa: «Le he dicho que le necesitaba».

Esta temporada ha disputado 36 partidos, 33 de ellos como titular, y acumula 2.922 minutos. Únicamente Remiro, Zubimendi, Le Normand y Brais han jugado más que él. En las estadísticas individuales también demuestra que es un líder en concentración, colocación y contundencia. Es el jugador de la plantilla que más despejes realiza (81) por delante de Le Normand (78), el que más balones despeja de cabeza dentro del área (44) y uno de los tres realistas que más duelos aéreos gana por detrás de Le Normand y Merino. También es el tercero que más balones recupera –le superan Zubimendi y Merino– gracias a perseguir alto a su rival y el sentido de la anticipación que tiene.

El central blanquiazul es una pieza fundamental en el proyecto de futuro del club y de ahí su blindaje. Ascendió al primer equipo con otros tres compañeros de generación en Zubieta como Oyarzabal, Guevara y Aihen, y a sus 26 años está en una edad ideal para rendir en plenitud de condiciones. Además, es uno de los máximos referente de la cantera junto a Oyarzabal y Zubimendi, uno de esos espejos en los que mirarse los chavales de las categorías inferiores en su camino hacia el fútbol profesional. Su progresión ha hecho que varios clubes importantes se interesasen por él, pero en ningún momento ha querido que sus agentes atendiesen esas cuestiones porque el mensaje que les trasladó desde el principio era el de continuar en la Real.

Resulta curioso que el excelente nivel que está alcanzando haya llegado en una posición, la de central, en la que hace tres años no jugaba. Siempre había sido centrocampista pero hace tres temporadas, con la irrupción de Zubimendi y la necesidad que había atrás tras la salida de Navas, Héctor Moreno y Llorente en menos de un año, Olabe entendió que su sitio en el futuro estaba atrás. Ahora se ha convertido en uno de los mejores centrales de la Liga y hasta el seleccionador Luis de la Fuente tiene apuntado su nombre en la lista de futuribles. Eso sí, la Real puede respirar tranquila porque lo tiene bien atado hasta 2029.