El vestuario txuri-urdin, eufórico tras la clasificación a la Europa League

Roberto Olabe, director de fútbol de la Real, esperaba a cada uno de los jugadores en el túnel de vestuarios para dedicarles un sentido abrazo minutos después de que estos disfrutaran sobre el verde con los pocos aficionados realzales que pudieron acudir a Sevilla. Recordemos que el club bético no mandó entradas a la Real para que sus fans estuvieran en la zona visitante del estadio.

Ya en la intimidad, las camisetas realzales ondearon entre gritos, aplausos y canciones con la alegría de volver a estar en competiciones europeas por quinta vez consecutiva. «Estoy muy contento después de un partido difícil», contaba ya en frío el capitán Mikel Oyarzabal. «Ha sido un gran año, con la puntillita de cómo fue la semifinal de Copa, pero con mucho carácter con cómo hemos competido. Nos toca disfrutar para el año que viene volver a por más».

Imanol y Hamari Traoré fueron dos de los más eufóricos tras el partido, entre abrazos y cánticos. «Te puedes imaginar cómo estamos, jugándonos lo que nos jugábamos... y hacerlo por 0-2 con el debut Jon Martín... La alegría es enorme. El año ha sido durísimo compitiendo en Champions, en Copa... conseguir entrar una vez más en Europa tiene muchísimo mérito», reconocía el técnico oriotarra, aún afónico tras la cita.