Una ventana de quince años
Casual Friday ·
¿Puede la Real soñar con intentar ganar la Liga? SíSe intuye que algo está pasando, que esta Liga no es como las demás. Que los poderosos no pueden. Y una pregunta sobrevuela el ambiente: ¿ ... Puede la Real soñar con intentar ganar la Liga?
Crisis estructural
Hay una crisis estructural. Real Madrid, Barcelona y Atlético han perdido el hilo. Tantas veces precursores, hoy no entienden el juego y se han estancado, lo que abre una ventana de oportunidad. Es algo cíclico. Sucede cada quince años, y la última vez que un equipo distinto a los tres grandes ganó la Liga fue en 2004. Fue el Valencia. Ese título cerró la última época abierta, que había comenzado en 2000 con el título del Deportivo. En medio, ganó el Valencia (2002) y a punto estuvo de hacerlo la Real (2003). Desde la Liga del Dépor, hay que irse otros tres lustros atrás para encontrar la anterior ventana de oportunidad. En 1984 se culminó un ciclo de dos títulos para la Real (1981 y 1982) y otros tantos para el Athletic (1983 y 84). Tras la Liga del Valencia de 1971, otros quince años de ligas azulgranas, blancas y colchoneras hasta el título del Athletic en 1956. La última Liga abierta fue en 2004... Hace quince años.
El equipo de 2003
La Real es un club grande, entre otras cosas, porque siempre está preparada para desafiar a los poderosos. Lo hizo hace 30 años con éxito y lo repitió hace 15, sin redondearlo. En estas condiciones, la comparación con aquella Real de la temporada 2002/03 es inevitable. ¿Es comparable? Aquel equipo era mejor, con dos laterales fabulosos como Rekarte y Aranzabal, dos centrocampistas modernos como Xabi Alonso y Aranburu y cuatro máximas figuras al comando en ataque (Karpin, De Pedro, Nihat y Kovacevic). Oyarzabal aguanta la comparación sin problemas, lo mismo que Monreal. Pero esta Real cuenta con más optimismo que aquella, más pragmática y académica porque podía permitírselo por su categoría y por indicación de un Denoueix clásico. La Real no ganó la Liga porque le faltó profundidad de banquillo -asunto clave en una competición de fondo como la Liga- detrás de Khokhlov, De Paula y Tayfun, porque se lesionó Aranzabal al final, porque cayó Kovacevic en Vigo. Y porque enfrente estaba Ronaldo que, por razones enigmáticas, decidió que le apetecía ganar aquel título para un Madrid en ruinas. Esta Real es más moderna. De forma imprevista, Imanol ha resultado ser un técnico vanguardista en su aproximación al juego defensivo, el santo grial del fútbol actual. El que Guardiola y Klopp exhiben en Inglaterra y va a destrozar el primer nivel mundial. Inalcanzable para la Liga hoy. Un ejemplo más interesante y realista es Brendan Rodgers con su Leicester. La defensa como propuesta, no como respuesta. Llevar la iniciativa para salir. El fútbol moderno es la primera disputa. Ganarla es volar a la portería contraria. Una velocidad que atropella. Con un técnico de la casa, curtido en Segunda B, la Real se ve jugando a eso, a lo más nuevo que hay, y esa ventaja de conocimientos puede darle una ventaja imprevista.
Grandes amenazas
Han pasado quince años desde 2004 y una ventana se entreabre. Se necesitará valor para franquearla, porque nunca se sabe qué hay al otro lado. La fe en su propio talento de Odegaard, Zubeldia, Isak y Merino es tan insultante como su juventud. Willian José sabe meter goles y hay algo en Portu que, como comenta la calle, recuerda a Nihat: está en trance. Aquí y ahora, es una bomba, ha obligado al entrenador a ponerle por el puro peso de la evidencia y es capaz de cualquier cosa. Esta Real carece del halo aristocrático de la de 2003, pero es audaz, tiene un aire peligroso. Anuncia algo nuevo. Afronta grandes amenazas, pero la oportunidad está ahí para quien pueda cogerla. El Madrid, sin Cristiano, se ha quedado sin gol y afronta una reconstrucción. Simeone ya insinuó que tira la toalla. El gran peligro es Griezmann. El exrealista no se va a integrar en la vieja guardia del Barcelona. Necesitará destronar a Messi para triunfar. Es una empresa descabellada, imposible. Al alcance de Griezmann, por tanto. Si gana esa guerra, será la gran amenaza. Son momentos de zozobra en el campeonato. ¿Puede la Real soñar con intentar ganar la Liga? Sí.
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