

Secciones
Servicios
Destacamos
El Sanse se marchó de vacío de Tenerife tras caer 2-0 en un partido que, por ocasiones, no mereció perder. Pero se volvió a ... repetir el patrón de los últimos encuentros; el filial es mejor que el rival, tiene infinidad de ocasiones para hacer gol, perdona, falla en defensa y es incapaz de remar para concretar y llevarse algo positivo. Ayer en el Heliodoro Rodríguez López sucedió exactamente lo mismo que hace una semana ante el Girona. Gaizka Ayesa falló de manera incomprensible en el primer gol después de salir mal y sin justificación a un balón largo. Gallego controló y en dos toque superó por alto al portero de Ansoain. El error no fue tan grotesco como el autogol del pasado domingo, pero condicionó el resultado para que el Sanse volviera a la senda de la victoria.
Y lo cierto es que la primera parte de los potrillos fue casi perfecta. Tuvo ocasiones como para hacer varios goles, pero no materializó ningún acercamiento. De hecho, el primero en avisar de que no venía a la isla de visita fue el Sanse. Ander Martín y Magunazelaia calcaron el 0-1 ante el Zaragoza, aunque no con la misma fortuna. El extremo colocó un centro perfecto al primer palo que remató Magunazelaia de primeras, pero apareció Soriano para meter una mano salvadora. Era el minuto 5 y el Sanse ya podía ir ganando. Exactamente igual que hace siete días en Anoeta. Pero llegó un nuevo jarro de agua fría en forma de error.
El Tenerife comenzó replegado para hacer daño con balones largos, como en el 1-0. Corredera buscó en profundidad a Gallego, que se encontró con una salida en falso de Ayesa. El ariete controló y le superó por alto aprovechando que Blasco también cortaba el fuera de juego. Los realistas, con razón, pidieron falta de Mollejo a Blasco en la acción previa al tanto.
El bofetón no desestabilizó al Sanse, todo lo contrario, es cuando más cerca estuvo del tanto. Las ocasiones fueron llegando una tras otra. Primero lo intentó Sangalli con un disparo lejano que se marchó desviado, mientras que una maravillosa jugada combinada merecía el empate. Roberto López abrió para Alkain, que levantó la mirada para encontrar a Aldasoro con un pase atrás. El centrocampista disparó desde casi el área pequeña, pero su chut impactó en León para evitar el 1-1. Acto seguido, el propio Aldasoro remató mansamente de cabeza un córner en corto botado por Roberto López. En otro periodo de cinco minutos, el Sanse tuvo otras dos claras. Aldasoro trató de sorprender a Soriano con un remate de tacón tras centro de Martín mientras que el travesaño escupió una fenomenal falta directa ejecutada por Roberto López. Increíble que el casillero de goles del filial continuara sin estrenarse.
El Tenerife ganaba pero estaba noqueado, aunque supo responder a los envites del Sanse. Elady se encontró con el larguero después de un preciso pase de la muerte de Rubén Díez, que encontró el hueco entre Alkain y Blasco. «'Abreu, Abreu!», se escuchó en la isla. Era más difícil fallarla que meterla, pero el Sanse se marchó perdiendo al descanso.
Tras el paso por los vestuarios el guion no cambió demasiado. Es más, el Tenerife esperó más replegado si cabe y sus únicos acercamientos eran con balones al espacio aprovechando pérdidas de los de Xabi Alonso. Si en el primer tiempo las ocasiones fueron llegando una tras otra, en los segundos 45 minutos fueron todo lo contrario. Los cronistas del partido no tuvieron que coger el bolígrafo hasta el minuto 71, cuando el Tenerife pudo sentenciar el encuentro. Muñoz colocó un buen centro lateral y Gallego, el encargado de hacer el primero, también se encontró con el larguero. Una vida extra para un Sanse que no supo cómo meterle mano al conjunto tinerfeño.
Fallos graves. El Sanse no estuvo acertado en las dos áreas y no se llevó nada positivo tras un gran partido
Mejoría Por fin se vio una buena versión de R. López, al que solo le faltó el gol para cuajar un partido perfecto
Eso sí, el filial continuaba merodeando el área de Soriano gracias al buen planteamiento de Alonso, que colocó cinco defensas y cuatro centrocampistas para tener superioridades por dentro. Lo intentaron todos. Aldasoro, Sangalli, Roberto López, Olasagasti y luego Karrikaburu, pero sin el peligro mostrado en la primera mitad. No es que la pólvora estuviera mojada, es que directamente no dispararon.
Karrikaburu remató cruzado a falta de un cuarto de hora para el final, pero el chut salió desviado. El filial lo intentó con centros laterales, pero quien dio la estocada fue el Tenerife con un contragolpe brillantemente llevado por Emmanuel Apeh y ejecutado por Míchel, que superó por bajo a Ayesa. Mollejo hizo el 3-0 pero en posición antirreglamentaria, mientras que a Karrikaburu le hicieron un paradón en el descuento. Demasiado castigo para un Sanse que de nuevo no estuvo acertado en las dos áreas. Toca seguir peleando.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.