La suma de los pequeños detalles

No brilló con balón, pero se bastó de un ejercicio defensivo granítico y supo aprovechar las circunstancias que se fueron dando durante el encuentro. Salió cara en todas las acciones decisivas en un área y en la otra. El discurso de Imanol en alusión a los pequeños detalles tomó dimensión en la falta de Brais, en el robo de Merino a Fornals, en la parada de Remiro de penalti, en la actuación del VAR...

En semana de tres partidos era previsible que Imanol revolucionara el once inicial con respecto a lo visto tres días antes en el Reale Arena ante el Valencia. La baja a última hora de Le Normand acentuó aún más si cabe esa sensación de rotación e incluso se sospechó que el oriotarra planteara una defensa de cinco de inicio. Hubo que esperar para eso, pero llegó.

Imanol juntó a Galán y a Tierney sobre el verde. El escocés como lateral y el extremeño un escalón por delante. Sin Barrene, que venía de jugar días antes, el técnico apostó por el sistema 1-4-4-2 sin delanteros naturales. Becker y Oyarzabal fueron las principales referencias arriba, mientras el mencionado Galán, Merino, Turrientes y Brais Méndez custodiaban las espaldas de los atacantes.

El gallego actuó de falso extremo derecho, porque dejó su carril para el provecho de Becker, que se acostó a la banda diestra con la idea de romper en velocidad. Todavía no se sabía si el sistema por el que había apostado Imanol era bueno o no y la Real ya se había adelantado en el marcador gracias a un espectacular gol de falta de Brais.

No hubo giro de guion, sino que la película realmente comenzó con un argumento favorable. Eso sí, el tanto txuri-urdin espoleó a los locales para ir decididamente a por el empate, que buscaron a través de un dibujo 1-4-2-3-1 en ocasiones mudable. Willian José no fue el punta al uso, sino que intercambió constantemente los cromos con Ayoze. El tinerfeño fue la mayor amenaza de los sevillanos tanto por fuera como por dentro.

El Betis trató de controlar la posesión con el marcador en contra, pero le costó ajustar sin él la salida realista. Ayoze y Fekir tapaban a los centrales guipuzcoanos, pero Turrientes quedaba al descubierto. Remiro encontró al beasaindarra hasta que Carvalho adelantó metros para buscarlo.

Si la Real lograba salir viva del acoso sevillano en la primera mitad iba a tener mucho ganado. El gol de Merino tras robo alto a Fornals confirmó que iba a ser el día de la escuadra blanquiazul, porque los realistas estaban apareciendo a cuentagotas ante la portería de Rui Silva.

Con el 0-2 y tras pasar por vestuarios, Imanol pasó al plan B de la defensa de cinco. El Betis había encontrado un filón por la banda de Traoré, al que no le llegaban las ayudas de Becker cuando Miranda doblaba por la banda. Al pasar a la línea de cinco con Galán como lateral y Tierney como tercer central, la Real se volvió un equipo más ancho y se protegió de las amenazas exteriores.

Con el dibujo 1-5-4-1 la Real cedió metros y el Betis monopolizó la pelota, pero le costó más asomarse con muchos hombres a las inmediaciones de Remiro. Los balones verticales a la espalda de los zagueros fueron los recursos de los béticos, que vieron frustrados todos sus intentos una y otra vez.