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El Diario Vasco no llega en papel hasta Las Palmas de Gran Canaria. Porque si fuera así, el técnico de la Unión Deportiva, García ... Pimienta, ya estaba sobre aviso y hubiese puesto algún remedio. Sheraldo Becker concedía esta misma semana una entrevista a este periódico y dejaba un mensaje contundente. «Estoy listo para ser protagonista este final de Liga». Como se suele decir, quien avisa no es traidor y si hay algo que le caracteriza al de Surinam es que es disciplinado en sus respuestas y deja deslizar sin acritud el mensaje que le interesa. Ante una grabadora o en el terreno de juego.
Necesitaba este sábado la Real una victoria como el comer en un partido que se afrontaba como un auténtico 'match ball' por volver a estar la próxima campaña en Europa. Y desde el primer minuto quedó claro que la clave para llevarse los tres puntos estaba en el costado izquierdo de la defensa amarilla. Becker destrozó a Sinkgraven una y otra vez al espacio, poniendo centros peligrosísimos por delante de la defensa rival. Fue primero Brais el que lanzó en carrera al ex del Unión Berlín y después Turrientes, tras un bonito giro en el centro del campo, el que propició que el conjunto txuri-urdin se adelantase en el marcador. Sólo tuvo que ponerla raso al corazón del área pequeña para que entre Vallés y Suárez mandaran el balón al fondo de las mallas. Con un par de rebotes se lo metieron ellos mismos los canarios.
Su mapa de calor La Real abrió en canal a Las Palmas por la banda derecha, donde Becker le hizo la tarde imposible a Sinkgraven antes de firmar un golazo al filo del 45'.
El nuevo Spiderman realista, aunque bien podría ser Flash por aquello de la velocidad, fue el encargado de doblar la ventaja local, aunque en esta ocasión no tuvo que tirar de su punta de velocidad, sino más bien de la poesía que le caracterizaba a Gustavo Adolfo. En una acción que tuvo su génesis en un saque de banda, Brais recibió abierto, levantó la cabeza y encontró dentro del área a Becker que, prácticamente sin ángulo, fusiló por alto al guardameta del conjunto canario. Un golazo que ponía la rúbrica a una actuación de MVP.
El segundo acto comenzó igual de efervescente que el final de la primera parte. Con un Becker que en los primeros cinco minutos ya había vuelto a ganar la espalda a su par y había probado a Vallés con un disparo desde la frontal. Instantes después protagonizó una galopada desde campo propio para cruzar el balón que se marchó rozando el poste izquierdo. A partir de ahí, la Real contemporizó el partido e Imanol le sustituyó en el 88. Acabada la función, la gente se puso en pie e hizo sonar las palmas.
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