Recuperar la esencia

La Real no llega tampoco sobrada a la cita, ya que únicamente se ha impuesto a un desinflado Las Palmas en los cinco últimos compromisos, pero necesita imperiosamente ganar para no poner en peligro su presencia en Europa a través del séptimo puesto. Porque después de la victoria del Villarreal en Girona, todo lo que no sea ganar comprometería seriamente el futuro de los entrenados por Imanol. Y no hablo de la Europa League, porque lo primero es asegurar el billete para la Conference.

Contra el Barcelona tuvimos opciones en las botas de Becker y Brais pero me faltó ver una mayor agresividad en los realistas. Me dio la sensación que daban por bueno el empate inicial. La línea de cinco atrás hizo que el repliegue fuese intensivo y contra un rival así siempre puedes esperar que algún gol te haga, como ocurrió con la jugada culminada por Yamal.

A pesar de las bajas de hombres como Zubeldia, Zubimendi y Galán, la Real debe volver a ser reconocible en su juego y poner en apuros al Valencia con la posesión y el juego de bandas buscando el uno contra uno de Kubo y Barrenetxea, sus dos hombres más desequilibrantes con el balón en los pies. Yo apostaría por regresar al dibujo habitual, el 1-4-3-3. Cuando todos han estado bien y en forma es el sistema que mejor le ha ido a la Real.

Antes de ir a Barcelona defendí la presencia en el once de Becker porque su velocidad podía ser determinante ante un rival que deja tantos espacios a su espalda. Pero ahora es una historia diferente y la Real tendría que recuperar su esencia para acercarse a una victoria que necesita como el comer.