Un Osasuna más difícil

El conjunto navarro, que siempre se nos ha dado bien, vendrá con los dientes afilados y seguro que no será tan fácil de doblegar como cuando nos enfrentamos en Copa. Con un sistema de 1-5-3-2, el rival de hoy se hace fuerte en defensa, juega con agresividad y maneja bien el contraataque, uno de sus signos de identidad junto a la capacidad de colgar muchos balones a la olla, tanto en jugada como a balón parado. Budimir y David García son contundentes en esa faceta y van muy bien de cabeza.

Sería un error jugar a medio gas por el hecho de acumular cansancio y tener que dosificar esfuerzos pensando en el miércoles. Además, no ir a tope en cada jugada es precisamente lo que siempre conlleva lesiones. Por lo tanto, hay que saltar al campo con los jugadores que mejor estén. Ya hemos visto en el último partido cómo algún que otro futbolista que arrastraba carga no participó en exceso. Por el contrario, nos acordamos del encuentro de liga contra el Celta, donde salieron de inicio jugadores con piernas frescas y lo hicieron francamente bien. Esa energía es importante para este tipo de partidos, sobre todo contra Osasuna, un equipo siempre complicado.

Tantas veces nos ha tocado enfrentarnos que poco secreto cabe entre dos adversarios que tan bien se conocen. Insisto que en esta ocasión veo a Osasuna más peligroso que otras veces y por eso el mensaje debe ser el de salir con decisión y a por todas, sin pensar en la Champions y el PSG.