Ganar es la mejor medicina posible
La mejor medicina para espantar fantasmas siempre es ganar. El partido es más complicado por el estado de ánimo que viene demostrando el equipo últimamente que por el propio rival. Tengo que reconocer que me quedé de piedra cuando vi que en la primera parte el Getafe tuvo más posesión que la Real. Pero es que además de tener más balón, el equipo azulón lo movió con mucho más criterio.
Es evidente que tenemos problemas en el sistema defensivo al perder a dos jugadores fundamentales como Le Normand y Merino, que imprimían un carácter ganador en los duelos y en el juego aéreo. El juego de pases brilló por su ausencia el domingo. Hay que volver a ser atrevidos y hacer combinaciones hasta encontrar el momento de ser vertical. Es fundamental también acabar jugadas y evitar contragolpes, que son los verdaderamente peligrosos.
Hoy ante el PAOK hay que apretar los dientes e intentar ser superiores en todo; posesión, no cometer errores atrás y que la afición se entregue, aunque el equipo debe mostrar un despliegue físico y anímico para conectar con la grada. Los jugadores tienen que demostrar que van a por todas incluso sabiendo que no estamos bien. Resulta fundamental empezar ganando porque esto ayudaría a todos los integrantes del club, también a la afición, creo que está sorprendida por los malos resultados. No nos podemos poner la venda en los ojos. La Real está atravesando un bache y es importante ganar y convencer. Pese a todo, el equipo está inmerso en todos los frentes y sería bueno que se nos vea como un grupo de amigos profesionales que quieren seguir haciendo historia.
Una pretemporada en Atenas
En nuestra época no jugamos ningún partido oficial ante equipos griegos, pero sí que hicimos la pretemporada de la 85/86, ya con Toshack, en Atenas. Vimos la Acrópolis. Hacía un calor terrible y en el campo no había mucha gente. Esta noche vendrán casi 2.000 griegos a Anoeta y pese a que no son ultras se van a dejar el alma animando. Esta semana también he rememorado un empate a cero ante el Almería en la 79/80. Un amigo me ha mandado una foto oficial del once de aquel día. Nos reímos porque parece que salimos con doce jugadores al campo puesto que Cendoya, que jugó una temporada en la Real, era el portero suplente del Almería en aquel partido y se colocó junto a nosotros en la foto. Esta noche no estaría mal jugar con doce y dos porteros para no encajar gol.
Bromas aparte, alguien tendrá que echar una mano a Kubo, que hace tres o cuatro ocasiones por encuentro pero él solo no puede ganar siempre partidos. La victoria de esta noche se debe cimentar en lo colectivo para que la Real vuelva a funcionar como una maquinaria perfecta.
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