Día para no esconderse

El cambio de sistema reforzó la medular y nos impusimos con cierta facilidad al Celta. Los resultadistas pensarán que el punto es poca renta, pero hay que entender que el Celta se echó atrás, se replegó mucho y es complicado doblegar a un equipo que no piensa en atacar salvo dos contragolpes como el del gol y la clara ocasión de El-Abdellaoui. Estoy convencido que tarde o temprano todos nuestros remates irán para dentro. Se van a materializar.

En cuanto al Sevilla, puede parecer una presa fácil por ese accidente ante el Mallorca que nosotros sí que fuimos capaces de ganar, pero han mejorado con la llegada de Almeyda. Su equipo refleja sobre el terreno de juego el carácter del entrenador. Pienso que no ir por detrás es clave porque tiene que ser tremendamente frustrante marcharse al vestuario en Vigo perdiendo 1-0. Vi un equipo sereno, sin prisas por marcar, que estuvo a la altura y ese mismo guión hay que mantenerlo ante el Sevilla. No podemos entrar en pánico.

Creo que el partido va a ser difícil por el contexto, aunque ese empate puede ser un punto de inflexión. Siempre digo que lo que más valoro de un futbolistas es que sea competitivo y aquí destaco a Oyarzabal, que no ha decaído y que piensa que las dos próximas irán para dentro. El capitán no desiste nunca, y también veo al equipo con ese gen competitivo de querer darle la vuelta a la situación.

El partido de esta noche es para no esconderse. El que salga al campo tiene que levantar la mano y pedir el balón porque es una prueba de fuego. Todo el mundo tiene que ser consciente de la situación en la que estamos y cada jugador tiene que tratar de participar lo máximo posible. Ante el Celta abrimos el campo, y contra el Sevilla hay que buscar algo similar.