Un rival directo, por muy atrás que esté

Hace unos meses el Submarino Amarillo se convirtió en el principal adversario de la Real en la pelea por la cuarta posición. Liderado por un espectadular Nicolas Jakson obligó a los de Imanol a realizar un esfuerzo máximo para ver cumplido su sueño europeo. Ahora las cosas han cambiado, pero el músculo financiero del Villarreal se demuestra en que en verano fichó al máximo goleador txuri-urdin, Alexander Sorloth. El club había alcanzado un acuerdo con el Leipzig para su fichaje y el noruego tenía sobre la mesa una oferta desde principios de julio que lo convertía en uno de los tres jugadores mejor pagados de la plantilla, pero la familia Roig puso más dinero sobre la mesa y después de 20 días sin dar señales de vida el vikingo apareció vestido de amarillo en aquel famoso vídeo.

También es verdad que en La Cerámica tuvieron que vender a varios de sus referentes para cuadrar cuentas después de enlazar distintos ejercicios en rojo. Fernando Roig lo dejó muy claro hace unas semanas: «Habíamos sumado unos años de mucha inversión sin vender y acumulamos un déficit que debíamos equilibrar. En verano vinieron a comprarnos jugadores y vender era lo mejor para todos. Venimos arrastrando una descompensación que había que equilibrar».

De un plumazo Quique Setién perdió al líder de la defensa, Pau Torres (Aston Villa), al extremo más eléctrico, Samu Chukwueze (Milán), y a su principal goleador, Nicolas Jackson (Chelsea), sin olvidar que Lo Celso regresó al Tottenham después de su cesión. Con semejante panorama, normal que Setién solo durara cuatro jornadas antes de ser despedido.

Sin embargo, después ha enderezado su rumbo por mucho que también haya rodado la cabeza de Pacheta para sentar a Marcelino en el banquillo. En los dos últimos meses ha logrado siete victorias en trece partidos –Rennes, Granada, Chiclana, Maccabi Haifa, Zamora, Osasuna y Panathinaikos– y su único tropiezo reseñable ha sido caer en casa ante el Las Palmas (1-2), porque sus derrotas ante Athletic (2-3) y Atlético (3-1) se han producido frente a rivales que le preceden en la clasificación. No es que sea la situación ideal pero es un equipo que viene remontando el vuelo y que puede ser peligroso en el tramo final del campeonato, por lo que todo lo que sea mantenerle a diez puntos o aumentar esa ventaja sería positivo en el partido de hoy.

A pesar del sofocón en Andratx, Imanol consiguió pasar la eliminatoria y llegar con sus titulares descansados para la cita de esta tarde y la del martes en Milán. Remiro, Traoré, Zubeldia, Tierney y Brais no jugaron; Merino, Kubo y Sadiq lo hicieron media hora; y Aritz y Zubimendi, los últimos quince minutos. Falta una plaza para completar el once en La Cerámica, la que correspondía a Oyarzabal, que acaba de ser padre y se ha quedado en Donostia para preparar el encuentro de Champions en Italia.

Además de la del capitán, Imanol cuenta también con las bajas por lesión de Barrenetxea y Cho, más la del sancionado Le Normand. La buena noticia es que recupera a Carlos Fernández después del leve esguince de rodilla que se produjo hace dos semanas. El oriotarra se ha llevado por si acaso a los atacantes del Sanse Jon Magunazelaia y Bryan Fiabema, el delantero noruego que llegó en verano del Chelsea.

El Villarreal llega más justo en el apartado físico porque Marcelino, que tiene las bajas recientes de Comesaña y Alberto Moreno, más las de larga duración de Yemery Pino, Mandi y Denis Suárez, no pudo rotar tanto el miércoles en la Europa League ante el Maccabi Haifa. Necesitaba ganar para ser primero de grupo y ahorrarse la ronda de dieciseisavos, pero empató y se jugará esa posición en casa del Rennes. Tiene entre algodones a Gabbia, Baena y Parejo, y recupera después de un mes de baja a Sorloth, aunque no se espera que vaya a ser titular, con lo que Gerard Moreno y Morales formarán arriba.