La Real Sociedad perseguirá a los abonados que buscan revender sus entradas

Anuncios como «vendo una bufanda de la Real de 2019 en muy buen estado. Y regalo una entrada para ver el Real Sociedad-Levante» han enervado a una parroquia realista que ya está con la mosca detrás de la oreja tras los dos primeros sorteos de entradas para partidos oficiales. Sobre todo entre los que no les ha tocado en ninguna ocasión. Muchos seguidores txuri-urdin han puesto el grito en el cielo ante esta práctica éticamente cuestionable pero que la ley no termina de castigar con firmeza y claridad, al haber una especie de vacío legal.

Ante la ola de indignación generada entre muchos aficionados txuri-urdin, la Real Sociedad, tal y como ha podido saber este periódico, «tratará de localizar a esos aficionados y procederá en consecuencia». En ese sentido, el presidente, Jokin Aperribay, ha apuntado en la rueda de prensa de presentación de Alexander Sorloth que «no es fácil que el club tome medidas. Intentaremos averiguar qué ha pasado. Estamos en absoluto desacuerdo, pero nos va a costar ponerle límites a esta situación. Queremos que el socio sea respetuoso con los que no pueden ir».

El máximo dirigente txuri-urdin también se ha referido a la controversia generada con el sorteo de las entradas para los partidos de Liga. «Es muy complicado. Esto es solo para el mes de agosto. Tiene sus ventajas e inconvenientes. Lo sentimos muchísimo por la gente que no ha podido venir a los partidos. Es complicado acertar con solo un 20% de aforo... Quiero dar las gracias a todos los que se han apuntado. Intentaremos que la forma de ir al campo sea mejor en septiembre», ha señalado.

Otro de los puntos que más cabreo está provocando entre los hinchas realistas es el hecho de que un socio agraciado con una entrada pueda cedérsela a una persona sin carné de abonado para que pueda acudir al Reale Arena a presenciar un partido oficial.

Con los aforos de los recintos para albergar espectáculos deportivos en Euskadi aún al 20%, los aficionados vascos esperan ansiosos la próxima reunión del LABI -el lunes-, en la que se podría abrir la puerta a un aforo del 40%, con el que entrarían 16.000 personas en Anoeta para los partidos de Liga y Europa League de septiembre. Todo depende de la evolución de la quinta ola de la pandemia, que continúa perdiendo fuerza.