Fichajes: La Real Sociedad hace oficial el fichaje de Remiro

Este periódico ya anunció hace dos meses que el navarro había dado luz verde a su representante para aceptar la oferta que le habían puesto encima de la mesa desde Anoeta, lo que suponía su adiós definitivo del Athletic y su llegada a Gipuzkoa.

La Real se decidió a abrir contactos oficiales con Remiro a partir del pasado 1 de enero, la fecha a partir de la cual aquellos jugadores que quedan libres están facultados a negociar su futuro con otros clubes durante los seis últimos meses de contrato. Aunque su nombre ya había sido vinculado al del conjunto txuri-urdin antes de esa fecha como uno de los objetivos para reforzar la portería a partir de la temporada 19/20.

El de Cascante ya figuraba en la lista de futuribles desde hace dos años, con anterioridad incluso a la llegada de Roberto Olabe a la dirección de fútbol, desde que coincidió defendiendo la portería del Huesca en Segunda con Ander Bardají, cedido por la Real al conjunto oscense. Fueron varios los técnicos realistas que aprovecharon aquella circunstancia para verle en directo muchos partidos, de los que extrajeron muy buenos informes que ahora se han plasmado en su fichaje para las próximas cuatro temporadas.

Remiro también quería venir a Anoeta al entender que el Athletic no apostó por él. En Lezama desde juveniles, su futuro en la primera plantilla rojiblanca nunca estuvo clara. Tras su exitosa cesión en el curso 17/18 al Huesca, donde fue uno de los artífices del ascenso a Primera, el pasado verano regresó a Bilbao como tercer portero tras Kepa Arrizabalaga y Iago Herrerín. A pesar de que le quedaba solo un año de contrato nadie se le acercó para explicarle los planes que tenía el club con él.

Todo cambió cuando Kepa se marchó al Chelsea en agosto pasado y Herrerín se lesionó. De repente, pasó de número tres a potencial número uno y el Athletic le dijo entonces que para jugar tenía que renovar con unas condiciones acordes a su nueva situación. Y debía hacerlo rápido, porque hasta que no estampara su firma en un nuevo contrato no iba a ponerse los guantes. El jugador pidió tiempo, pero Berizzo le mandó a la grada por orden de la directiva de Josu Urrutia y se abrió una situación de no retorno que ha desembocado con su llegada a Donostia. Unai Simón ocupó la portería de San Mamés hasta que Herrerín se recuperó.

Ya con esa desconfianza como punto de partida, Remiro comprendió que su sitio estaba fuera de Bilbao. Aunque le haya costado pasarse un año en blanco. Ahí la Real jugó bien sus bazas. Estuvo atenta a su situación para activar su opción en cuanto la legislación lo permitió. Le presentó una interesante propuesta a la que no pudo resistirse. En Ibaigane, mientras tanto, el nuevo presidente Aitor Elizegi, le daba por perdido: «No sé si se irá a la Real o al Espanyol y, además, no me preocupa. Lo que sé es que no quiere estar en el Athletic», afirmó en marzo.

Elizegi no buscó en ningún momento la tensión con la Real, confirmando que era una situación asumida a ambos lados de la autopista.

La llegada de Remiro permitirá a la Real colocar a un guardameta formado en el fútbol vasco en su portería doce años después. El último en hacerlo con regularidad fue Asier Riesgo (Deba, 1983) en la temporada 07/08, en Segunda División. En estas nueve últimas campañas en la máxima categoría Eñaut Zubikarai (Ondarroa, 1984) y Oier Olazabal (Irun, 1989) han formado parte de la plantilla, aunque ninguno de los dos disfrutó de la consideración de titular.

Zubikarai estuvo entre las temporadas 08/09 y 14/15, aunque solo en esta última, con Arrasate y Moyes en el banquillo, disfrutó de cierta continuidad al jugar 16 partidos. Olazabal, por su parte, apenas participó en tres encuentros en el ejercicio 15/16, cuando precisamente vino a ocupar la marcha del ondarrutarra al Tondela portugués.

En el presente siglo, además de Riesgo, que también fue titular en las temporadas 04/05 y 05/06, ha defendido el marco blanquiazul Alberto López, que jugó 18 partidos en la 01/02 y 03/04, y fue indiscutible en la 00/01 manteniendo una trayectoria que cubrió toda la década de los noventa. Pero la llegada de Bravo en 2007 y su sustitución por Rulli en 2014 ha dejado huérfana de referentes vascos la portería en los últimos once años.