El regreso a Anoeta: llegar 30 minutos antes, con mascarilla y sentados sin acompañante

«Sabemos que mucha gente nos va a estar mirando porque vamos a ser el primer partido de la pretemporada con público en todo el estado y por ello para nosotros es un reto y una responsabilidad que salga todo bien», asegura Revilla a quien tranquiliza que su empresa lleve años y tiene experiencia en la prevención de riesgos de eventos deportivos. «Somos una empresa que ha gestionado la Behobia San Sebastián de lo que pasa durante la carrera y este año la Donosti Cup, con lo que tenemos experiencia en el sector», comenta el gerente de CEI.

Lo que más se recalca desde CEI es que se cumpla el distanciamiento social durante todo el conglomerado que supone el partido, la llegada, el encuentro y la salida del mismo. «Esa es la clave», explica Revilla. El gerente de la empresa guipuzcoana tiene claro que «en el momento del partido, de verdad, no creemos que vaya a haber mucho problema. Presenciar un partido de fútbol por mucho que sean más de 11.000 personas tiene a su favor que es en el exterior y eso es una ventaja comparado con el cine o el teatro, por ejemplo». Los socios cuando estén en sus localidades no tendrán a nadie «ni delante, ni detrás, ni a ninguno de sus lados» por ello la seguridad durante el partido es alta, amén de que todos los socios y socias que entren al campo deberán llevar obligatoriamente la mascarilla y se deberán aplicar el gel hidroalcohólico y además se les habrá tomado la temperatura.

«Lo más importante es el distanciamiento social, no hay duda», reitera Revilla, quien apunta que «lo más complicado de controlar será el tránsito de la gente». La recomendación es que los que hayan sido agraciados con una localidad para presenciar el partido acudan con una media hora de antelación al campo. «Siempre hay gente que irá un poco antes, otros a la hora y algunos un poco más tarde, lo que beneficiará que la entrada al campo sea escalonada». Evitar todo tipo de aglomeraciones es la premisa fundamental para el choque del sábado. «Habrá indicaciones durante el tránsito a la localidad y cuando acabe el partido», indica Revilla. No se podrá moverse de la localidad para evitar el descontrol y no se activarán las máquinas de café o refrescos. Se anuncia a su vez que «los ascensores solo los podrán utilizar las personas que lo necesiten y subirán de una en una. Solo se permitirá más de una si alguien es dependiente y necesita acompañante».

Revilla no duda que el comportamiento de los socios será ejemplar, además, tristemente vienen entrenados desde el 13 de marzo del año pasado. «Ya nos hemos acostumbrado a las colas, en distintos comercios o para diferentes actividades se guarda la cola para evitar precisamente las aglomeraciones y seguro que no va a haber ningún problema».

Espera que se marquen muchos goles e insiste en que «se podrán celebrar, que la gente no tenga ninguna duda». Eso sí, será una celebración nueva. «Es así y si queremos salvaguardar la salud de la gente, no puede haber ni abrazos, ni levantarse, ni correr ni nada. Que cada uno en su localidad grite y aplauda el gol, que estoy convencido que la Real va a marcar muchos».

A su vez todo lo que suceda el sábado durante el partido se examinará horas después porque el miércoles (18.00 horas) habrá otro encuentro amistoso con presencia de público ante el Mónaco. Revilla aclara que «es una semana con tres encuentros y de lo que suceda aquí nos tiene que servir para tomar nota para cuando se reanude la liga: el 15 de agosto para el Sanse y el 22 para la Real».

Revilla reconoce que su empresa lleva más o menos «un año» dándole vueltas a cómo puede ser el protocolo de vuelta a los estadios. «En el verano del año pasado ya se produjeron las primeras informaciones de que se podría volver aunque después se truncó. Después, a principios de 2021 también se rumoreó con la vuelta con lo que llevamos prácticamente un año ideando cómo podemos realizar un protocolo seguro».

Tanto la empresa CEI como la Real han quedado supeditados a las normas que imponga el Gobierno vasco y la Liga de Fútbol profesional (LFP) para el regreso del público a los campos.