Y el 'Erreala ale' sonó más fuerte

Muchos coincidían en algo antes de entrar al campo: la medida llega tarde. «Teniendo en cuenta que teníamos estadios con mayor aforo, es evidente que aquí ha llegado tarde», aseguraba Iban Ares, donostiarra vecino de Urnieta. Sin duda pasar de ir 8.000 personas a 24.000 es una diferencia muy notoria. No obstante, Ares cree que el equipo se ha adaptado bien a jugar sin su gente. «Yo pensaba que el jugador 12 era la afición pero creo que la Real juega igual de bien con o sin ella», argumentaba.

Iñaki Elizalde, de Gros, es otro de los seguidores realistas que ayer pudieron ir al campo. «Creo que está bien lo que hay que hacer es respetar siempre lo que digan las normas», decía. Para Elizalde, esta norma también imparte justicia con respecto a los otros equipos. «Creo que la medida llega tarde porque hemos jugado en desventaja con otros equipos donde ya podían ir el 60%», señalaba.

Luismi Gómez, un aficionado de Altza coincide con Elizalde. «No entiendo por qué se ha tardado tanto cuando en otros estadios ya iba el 60%», mantenía».

A pocos metros de su puerta, el donostiarra Josu Briones mostraba su emoción por volver a ver a su equipo. «Ya era hora. En muchos estadios ya podía ir mucha gente y aquí, sin un rigor científico no se podía», agregaba.

Además, los aficionados disfrutaron ayer en la previa y en el descanso de la iniciativa 'Reala Zuzenean', que la Real pretende utilizar en todos los partidos para fomentar la cultura y que ayer se hizo como guiño al Zinemaldia. La banda formada por los músicos de Musikene (Unai Maestre, Chick Juárez, Aitor Bravo, Jesús Pérez y Sergio Arconada) tocaron un repertorio de canciones en la terraza abierta situada en la parte superior del córner pegado a la torre de Amara.