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El delantero realista Julen Lobete, en pugna con los sevillistas Diego Carlos y Jordán. JOSÉ MARI LÓPEZ

Bailando con lobos

La Real suma un punto que sabe a mucho por la entidad del rival y las bajas acumuladas, y que el público celebra en las gradas

Lunes, 20 de septiembre 2021, 02:00

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Glamur en la ciudad por el Festival de Cine y sobre el césped del Reale Arena, con la Real que volvía a tener el aliento de su gente ante un rival del alta alcurnia. Llovía una hora antes del partido, lo que hacía presagiar que el campo estaría rápido. Ya iba pensando mientras aparcaba en una arrancada de Portu o un chut raso al palo de Bono para abrir el marcador. Y por la salida de Ondarreta en la autopista, ver un par de autobuses de Aizpurua yendo hacia al campo me hizo sonreír. Los chicos iban a estar muy bien arropados. Había ganas de volver a ver a la Real muchos meses después. El equipo de Imanol no les decepcionó. Obviamente, ganar es lo que cuenta en el deporte profesional pero no se puede dar por malo un empate ante el Sevilla. Incluso fallando un penalti. Un equipo que dobla en presupuesto a la Real, las siete bajas con las que contaba Imanol y que el cuadro de Julen Lopetegui tuvo 48 horas más para preparar el encuentro son datos que engrandecen el partido de la Real y el punto que obtuvo. El Sevilla jugó el martes con el Salzburgo y la Real llegó el viernes de Eindhoven.

La Real fue superior a un equipo que tiene jugadores de talla mundial y que llegó mucho más descansado

LO MEJOR

Y, por ello, tuvo que bailar con lobos. Así es la manada que tiene a su cargo el de Asteasu. Jugadores grandes, rápidos, técnicos, incisivos... de los que se tienen que quitar la camiseta con espátula. Diego Carlos, Koundé, Delaney, En-Nesyri... un equipazo con mayúsculas. Y la Real no se arrugó, como Kevin Costner jugando con Calcetines y peleando contra su antiguo ejército en 'Bailando con lobos'.

Presión extenuante

La presión que realizó el cuadro blanquiazul fue extenuante y en la primera mitad volvió a pasar lo que en los últimos partidos ligueros: que Álex Remiro fue un mero espectador y que apenas tuvo que intervenir. Sus compañeros se encargaban de cortocircuitar todos los intentos de ataque sevillista y salían con profundidad a la contra. Con Isak, Sorloth, Portu y Oyarzabal arriba, el equipo no se rompió y funcionó como un engranaje perfecto. Solo faltó el gol. Así es el fútbol. No es necesario recuerdar que Grecia ganó una Eurocopa.

La lesión de Isak sigue engordando la enfermería y parece que a la Real le ha mirado un tuerto

LO PEOR

Bono paró con el pie, cuando ya estaba vencido, el penalti a Oyarzabal y después detuvo un tirazo de Isak. Cuando la efervescencia era máxima en la grada, cuando los lobos vestidos de rojo, amedrentados por las hordas txuri-urdin, corrían con el rabo entre las piernas, llegó la lesión de Isak.

Es como para realizar una profunda reflexión o llamar directamente a un hechicero. La previa del encuentro era para comer cerillas. Siete bajas en la Real. Ninguna en el Sevilla. O nos ha mirado un tuerto o... Y esto deriva en que la convocatoria la tienen que completar cuatro jugadores del filial, y dos de ellos (Valera y Lobete) terminan el partido como referencias ofensivas. Por un lado, signo de orgullo de lo bien que se hacen las cosas en Zubieta. Por otro, qué pena que Imanol –como era el caso de Lopetegui– no contara con todos sus jugadores disponibles.

Cuarta puerta a cero consecutiva, y la defensa se está convirtiendo en un elemento de alta fiabilidad

A DESTACAR

El punto ayuda a que la Real siga en lo alto y haya logrado la cuarta puerta a cero consecutiva en Liga. Solo el Barça ha sido capaz de hacerle gol a la Real. La zaga Gorosabel o Zaldua, Aritz, Le Normand y Aihen se está ganando la continuidad a base de ser fiabilísima, con el trabajo por delante de Martin Zubimendi. Tampoco el Sevilla, todopoderoso allá por donde pasa, hizo grandes alardes en el área de Remiro. La estadística dice que lanzó nueve tiros, pero solo un par con peligro.

Ahora toca descansar, recuperar y coger fuerzas porque el calendario sigue apretando. El jueves hay viaje a Granada, el domingo vuelve el fútbol al Reale Arena con la visita del Elche y en diez días nos frotamos las manos con la segunda jornada de la Europa League, primer encuentro en Donostia. El Mónaco será el rival. Hay que estar tranquilos porque este equipo demuestra que sabe bailar con los lobos.

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La Real Sociedad suma un punto ante el Sevilla que sabe a mucho por la entidad del rival y las bajas acumuladas