Una Real que no para de batir récords

Imanol ha armado un bloque muy fuerte en el que el colectivo está por encima de lo individual. Por eso ha sobrevivido en el último año a las bajas de larga duración de hombres como Monreal, Carlos Fernández, Barrenetxea, Oyarzabal y va a tener que hacerlo ahora con Sadiq. En lo táctico posee una receta tan rica de variantes que combate con la misma efectividad una presión adelantada del contrario como planteó el Celta que un repliegue intensivo como en el caso del Villarreal la jornada anterior. Todo ello se ha traducido en las siguientes marcas de esta Real de récord.

Siete victorias seguidas. Hacía 56 años que la Real no lograba enlazar siete triunfos consecutivos en partido oficial. Ahora lo ha conseguido en apenas un mes, y habiendo parón internacional de por medio. El 15 de septiembre inició la racha ganando en Anoeta al Omonia (2-1) y después lo ha hecho ante el Espanyol (2-1), Girona (3-5), Sheriff (0-2), Villarreal (1-0), Sheriff (3-0) y Celta (1-2) el domingo.

Para encontrar algo parecido hay que retrotraerse a la temporada 1966/67, cuando estaba en Segunda y logró el ascenso en Puertollano. Entonces se impuso de forma consecutiva al Torrelavega (5-0), Indauchu (1-2), Langreo (1-0), Ferrol (0-1), Sporting de Gijón (1-0), Burgos (0-2) y Osasuna (1-0). Pero hay dos diferencias considerables. La entidad de los rivales de ahora es muy superior, lo que aumenta el mérito, y entonces solo jugó un partido por semana, no dos como lo ha venido haciendo este curso.

Cuatro arranques de Champions.La Real de Imanol se ha acostumbrado a realizar buenos inicios de temporada que han sido claves para alcanzar clasificación europea. Este año, y a pesar de las bajas y cambios que ha habido en la línea de ataque, ha vuelto a lograrlo, demostrando que la fuerza del equipo no reside solo en el talento de los futbolistas que se mueven en campo contrario.

Seis victorias y un empate le colocan con los mismos puntos (19) que tercero y cuarto, Betis y Atlético, con el añadido de haberse enfrentado ya a equipos como el Barcelona, Atlético y Villarreal, llamados a pelear por las primeras plazas. Un arranque a ritmo Champions que se une a los que protagonizó los tres cursos anteriores, que demuestra que lo de este año no ha sido casualidad.

En la 19/20 era cuarta a estas alturas con 16 puntos por detrás de Barcelona, Real Madrid y Granada. Hace dos años era segunda con 20 puntos, solo superada por un Atlético que acabaría ganando la Liga, y el año pasado marchaba igualada en lo alto de la tabla con el Real Madrid con 20 puntos. Históricamente la Real siempre era considerada un equipo de segundas vueltas al que le costaba arrancar, pero hasta con esa tradición ha logrado romper el técnico oriotarra.

Goles en todos los partidos. Venía el equipo de tener problemas con el gol en la pasada campaña y no se intuía que este año, con los problemas físicos de los delanteros y la llegada de nuevos jugadores que siempre necesitan de un periodo de adaptación, la producción realizadora fuera a ser excelente. Pero se las ha arreglado para marcar en todos y cada uno de los 13 encuentros oficiales disputados hasta el momento. En la Liga es el quinto máximo goleador con 15 tantos, solo superado por Real Madrid, Barcelona, Athletic y Valencia, mientras que en Europa, entre los 32 equipos que participan en la fase de grupos, solo el PSV Eindhoven, Union Saint Gilloise, Feyenoord, Midtjylland, Friburgo y Trabzonspor han perforado más veces la puerta contraria.

En total lleva 23 goles en 13 partidos, lo que supone una media de 1,76 dianas por encuentro. Hay que remontarse a la temporada 1963/64, cuando estaba en Segunda, para encontrar el último precedente con goles en los trece primeros partidos oficiales. Si se circunscribe el dato a las nueve jornadas iniciales ligueras, no se da esa situación desde hace 20 años con aquel conjunto entrenado por Denoueix que fue subcampeón de Liga.

14 victorias en Balaídos. Tan bien se le da el feudo vigués que con la victoria lograda el domingo se convierte en el estadio donde más veces ha ganado la Real en Primera División, con catorce ocasiones. Le siguen Mestalla y El Molinón, con trece. Es curioso que seis de ellas se hayan producido después de perder allí en 2003 esa Liga con Denoueix.

Con Imanol la racha es increíble, porque son cuatro triunfos consecutivos en Balaídos en las cuatro últimas temporadas, un auténtico récord. Solo perdió en la 18/19, tras sustituir a Garitano, cuando ganaba por 0-1 y fue injustamente expulsado Willian José por el ínclito Melero López.

Líder en faltas cometidas. El mejor reflejo de que esta Real es más sólida y consistente es que su apuesta por el buen fútbol va acompañada de un compromiso en el trabajo sin balón que le permite sacar adelante partidos incluso sin estar brillante.

Cumplidas nueve jornadas es el equipo de la Liga que más faltas ha cometido (162), muy por delante de los siguientes, que son el Mallorca (147) y Getafe (139). Y no se trata de un equipo violento, ya que la mayoría de las que comete son protagonizadas por atacantes que trabajan la presión adelantada. De hecho, Brais es el que más lleva del equipo (25) y el segundo de la Liga por detrás de Gavi, mientras que Merino (19) es el séptimo del campeonato.

Aunque parezca un dato negativo no lo es, ya que hacía muchos años que la Real no se empleaba con semejante intensidad en defensa para dificultar los movimientos del equipo contrario en la fase ofensiva.