Europa, una asignatura pendiente para la Real Sociedad
Competir. La Real Sociedad consigue su sexta participación europea en el siglo XXI pero tan solo ha llegado lejos en el curso 03/04 tras alcanzar octavos de Champions
Viajar por Europa es siempre sinónimo de prestigio. De grandeza. De que el nombre de tu club llegue a todos los rincones del continente y ... de que tu afición luzca con orgullo sus colores azul y blanco. De un tiempo a esta parte, clasificarse para jugar competición europeos siempre ha sido con ánimo e intención de disfrutar. De conocer ciudades, culturas, gastronomía. E incluso de hacer amigos. Pero ya es hora de competir, de mirar de tú a tú a los grandes clubes del fútbol y gritarles que la Real Sociedad ha venido a eliminarles.
Con la clasificación para la temporada 21/22 de ayer la Real Sociedad jugará por sexta vez competición continental en el siglo XXI. El curso que mejor sabor de boca dejó fue, sin duda, la temporada 03/04, cuando el equipo subcampeón de Liga volvió a jugar la Copa de Europa tras dos décadas de ausencia. Aquel curso sería el estreno en la nueva Champions League y la Real Sociedad pudo llegar hasta los octavos de final. La fase de grupos no pudo empezar mejor. Dos victorias antes de visitar a la Juventus de Turín. Los donostiarras se impusieron 1-0 al Olympiacos y 1-2 al Galatasaray en Turquía antes de caer en Italia ante la Vecchia Signora (4-2). Los próximos tres empates ante Juve (0-0), Olympiacos (2-2) y Galatasaray fueron suficientes para que los txuri-urdin pasaran a octavos de final como segundos.
Pese a que el grupo no era excesivamente complicado, la Real Sociedad cumplió y se metió en las eliminatorias. Los octavos emparejaron a los realistas con el Olympique de Lyon, equipo complicado que cayó en cuartos ante el Oporto, pero ni mucho menos un grande de Europa como Manchester United, Liverpool o Bayern de Múnich. Los Essien, Malouda y Juninho Pernambucano eliminaron a la Real (0-1 y 1-0) para decir adiós a la liga de las estrellas.
Tres fiascos en Europa League
El estreno en la segunda competición continental, la nueva Europa League, fue un auténtico fiasco para los intereses txuri-urdin. El séptimo puesto en la 13/14 obligó a la Real Sociedad jugar dos eliminatorias antes de entrar en la fase de grupos de la UEL. Cuando la afición se veía ya viajando de nuevo por Europa, llegó un tropiezo inesperado. La Real pasó con holgura ante el Aberdeen y lo tenía todo de cara tras ganar la ida ante el Krasnodar, pero un horrendo encuentro de infausto recuerdo en Rusia apeó a los realistas de la competición. Todavía duele.
Ese mismo recuerdo dejó Minamino dos temporadas después. La Real Sociedad se clasificó como segunda de grupo en la 16/17 peleando con Rosenborg, Zenit y Vardar, pero se llevó un nuevo disgusto en 1/16. El postrero tanto de Minamino en Anoeta era el primer aviso de lo que iba a pasar en Salzburgo. La afición, que viajó en masa en busca de un sueño, se quedó helada. Derrota y para casa.
El golpe habitual en la Europa League este año dolió más que nunca. En una eliminatoria ante el Manchester United los Red Devils siempre serán favoritos, pero la Real no esperaba ser pisoteada de aquella manera. Con la intención de competir y dejar la eliminatoria abierta fue la Real Sociedad a Turín. Nada más lejos de la realidad. Un Manchester United infinitamente superior, tanto en lo físico como en la calidad, pasó por encima de una Real plana, débil, pequeña e indefensa. Rashford y Bruno no tuvieron piedad. El 0-4 cayó como un jarro de agua fría. El sueño se esfumó y la afición no pudo estar más dolida. Hay formas de caer, de pie y compitiendo, pero el United fue tan superior a la Real que ni los más optimistas creyeron en la remontada en Old Trafford. Con la victoria de ayer, los realistas tendrán una bola extra. Una nueva oportunidad. Esperemos que con su afición alentando desde las gradas.
LaLiga sí que compite
Las comparaciones siempre son odiosas, pero hay veces en las que conviene levantar la cabeza y mirar a tus principales rivales para recordar que es posible ser un equipo grande en Europa. Que se lo digan al rey de la Europa League, el Sevilla, que tiene seis trofeos adornando sus vitrinas en el Sánchez Pizjuán.
Pero no es solo el caso del conjunto andaluz, en LaLiga hay más de un equipo que ha llegado lejos en la segunda competición continental en los últimos años. Desde el Espanyol, que perdió la final precisamente ante el Sevilla, al Atlético de Madrid, que también tiene el honor de ser campeón con el Cholo Simeone a los mandos. Es lo que le tiene que exigir la afición a este club que no para de crecer, dar un paso adelante en Europa para competir contra los mejores. El Athletic ha sido capaz de llegar a una final mientras que el Celta estuvo a un remate de eliminar al Manchester United en el último segundo de las semifinales. Pese a los golpes sufridos, los realistas siempre quieren más.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión