La final de la Copa se empieza a ganar para la Real Sociedad hoy en los balcones
Aficionados de la Real y el Athletic se ponen la camiseta para conmemorar la final de la Copa en La Cartuja. Suena el Txuri-Urdin y se agitan bufandas y banderas
La gran noche de los últimos años para los aficionados de la Real Sociedad no tiene fecha por el momento. Debía ser hoy en ... La Cartuja de Sevilla, con miles de camisetas blanquiazules en las gradas. No habrá final, pero sí actos en los balcones de Bizkaia y Gipuzkoa para conmemorar esta cita. El partido ya ha empezado.
María Calero
«Saldremos al balcón y cantaremos el Txuri-Urdin, será especial»
La bandera txuri-urdin está colgada de su balcón los 365 días del año. «Soy de la Real a muerte y mi bandera siempre la tengo conmigo», proclama orgullosa la altzatarra María Calero. Y no es un decir porque ha recorrido todos los campos de Primera con ella. «Esta temporada solo he fallado en cuatro desplazamientos», señala. Ella iba a estar hoy en La Cartuja «como no podía ser de otra forma» acompañada de su aita, su hermana, su hermano y sus dos sobrinos de cuatro años y diez meses. Iban a desplazarse a Sevilla «cada uno por su lado» porque en su día fue «imposible» cuadrar agendas con las «escasas» plazas de avión que quedaban. En Sevilla iban a dormir repartidos en casas de familiares, así que se consuela al no haber perdido dinero «como mucha gente al pagar por adelantado» una vez se aplazó la final. «Muchos hoteles y hostales subieron los precios y anularon la cancelación gratuita cuando se dio una final vasca», denuncia. Otro cantar es el billete de avión. «Todavía seguimos peleando con Vueling para que nos reembolsen el dinero en cuenta. Consumo nos dice que tenemos derecho a recibirlo y es lo que nos queda por rematar en 'este no viaje a Sevilla'».
Pero que no haya final de Copa no significa que María y los suyos dejen pasar esta noche. «Saldremos al balcón, cantaremos el Txuri-Urdin y la intención es vivir esta noche de forma especial. Queremos disfrutarla».
Tomás Morales
«Me pondré la camiseta de la Real Sociedad de las grandes noches y sonará el himno»
Tomás Morales es de la Real en Bizkaia. No está pasando por un buen momento, según confiesa. Regenta un bar-cafetería en Trapagarán y teme que la crisis sanitaria afecte «mucho más» de lo que imaginaba a su negocio. Pero esta noche hará un paréntesis por la Real, «por esa final que ojalá se juegue algún día», apunta. Tomás tiene decidido «desde hace tiempo» cómo va a celebrar la final de los balcones. «Me pondré la camiseta de la Real de las grandes noches, una de las primeras que tuve, la 'Rasan' que lleva la publicidad de Bankoa, colgaré la bandera en el balcón, sacaré el bafle a la calle y pondré a tope el himno».
No teme que alguno de sus paisanos le pueda echar en cara su 'realismo' «porque todos en el pueblo saben que soy de la Real, a cualquiera que le preguntes por un aficionado de la Real te va a decir 'el de La Pinta' -en alusión al nombre de su cafetería-». En cualquier caso, avanza que también les hará un guiño a los rojiblancos y su himno también sonará en el aparato de música.
Su afición por la Real viene de lejos, «desde que ganamos las ligas. No tengo fotos de pequeño con otra camiseta que no sea la de la Real». Ha llovido desde entonces, tantas como las diecisiete camisetas que guarda en su cajón, así que la posibilidad de ver ganar la Copa en Sevilla «era algo que me hacía una ilusión tremenda».
Tenía todo cogido para vivir in situ la final. Incluso había previsto otros escenarios distintos en junio, julio o agosto. «Ahora lo veo muy complicado. Mis amigos del Athletic y yo, hemos optado por cancelar todo».
Presente en la semifinal de Copa jugada en Miranda, «por supuesto con mi camiseta 'Rasan'», Tomás iba a vivir su sexta final de Copa en directo. «He estado en tres del Athletic, la que jugaron Osasuna y Betis y en la que disputaron Barça-Madrid con gol de Cristiano. No hay otro partido como la final de Copa. El ambiente entre aficiones, los nervios...».
Programa
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Duelo de aficiones Habrá que engalanar las terrazas de los dos territorios con banderas rojiblancas y blanquiazules. Esta parte se desarrollará desde la primera hora de la mañana. Luego, a la una y media, el programa incluye un pintxopote. Y a las 20.05 horas, justo después del obligado aplauso a los sanitarios, los promotores se emplazan a «cantar el himno de nuestros equipos y terminar con el Txoria Txori».
Por eso por su cabeza no pasa una final de Copa sin público aunque admite que «todos los indicios» apuntan a que sea así. «La Copa es de las aficiones. Solo la celebra una y sin gente en las gradas pierde su esencia. Es una pena pero tiene pinta de que la primera final de Copa entre la Real y el Athletic va a ser recordada por eso y porque se jugó sin aficionados. Ojalá me confunda».
Jon Mendia
«Este partido tan especial hay que jugarlo aunque sea en diciembre»
Jon Mendia se sentirá «extraño» esta noche en la que debía estar en Sevilla y estará confinado en su domicilio en Madrid. Sin realistas a los que poder abrazarse a su alrededor, Mendia lo compensará con «alguna videollamada». Él es uno de los aficionados de la Real que empezaron a juntarse en un bar de Madrid para ver en televisión los partidos del equipo y hoy han hecho del bar La Divina de la plaza del Dos de mayo, en el barrio de Malasaña, el «templo de la Real» en el que se dejan caer estudiantes, trabajadores o guipuzcoanos de paso. Sus puertas, dice Mendia, están abiertas para todo el que sienta la Real «como una religión». Por supuesto se acercan a los campos de Madrid cuando los visita la Real.
«El propietario del bar era del Madrid y hoy ya empatiza más con la Real», apunta entre risas Mendia. El boca a boca y la buena marcha de la Real hizo que en el partido de vuelta de la semifinal de Copa ante el Mirandés se juntaran casi un centenar de realistas. «Entre que éramos un montón y el equipo ganó, aquel día se nos fue de las manos», rememora. 'Malasaña taldea', como así se conocen, pintó de txuri-urdin las calles de este barrio y los cánticos se escucharon casi desde Gipuzkoa. «Al estar lejos de casa, se vive todavía con más pasión. Hemos pasado de ver los partidos de la Real en solitario, cohibidos, a festejarlos a tope».
Es lo que hubiera hecho hoy en Sevilla. Recuerda este txuri-urdin que ya después de ganar la eliminatoria ante el Madrid en el Bernabéu, que pudo ver en directo, «muchos de la peña se vinieron arriba y pudieron coger habitaciones en hoteles de Sevilla a precio razonable, pero a otros nos fue imposible, así que nos las habíamos ingeniado para dormir en casas de amigos y conocidos. Nuestra idea era ir en AVE a Sevilla, pero...».
Sin fecha para jugar la final a la vista, Mendia confía en que se juegue «aunque sea en diciembre o el año que viene antes de la próxima final de Copa. Este partido tan especial hay que jugarlo y a poder ser en otro escenario distinto a La Cartuja. Si hay que esperar, se espera».
Joseba Etxabe
«El 'presi' del Athletic quiere jugar a puerta abierta, pero...»
Joseba Etxabe juega en territorio enemigo porque es presidente de la peña del Athletic en Zarautz. «Ahora ni pienso en la final porque es muy duro lo que está pasando», zanja antes de profundizar. «Soy muy forofo, pero no tengo el cuerpo para sacar la bandera, tampoco para que suenen los himnos. Ya llegará el momento de pensar en fútbol. Ahora hay que estar a lo que hay que estar». Etxabe cuida de su madre con la convive bajo el mismo techo.
Quién se lo iba a decir a él: el Athletic clasificado para una nueva final y él con la cabeza en otro lado. «Soy socio del Athletic y he estado en todas las finales de los últimos años, nadie más que yo tiene ilusión por jugar y ganar una final vasca ante la Real, pero el maldito coronavirus ha alterado todos nuestros planes. Ni Sevilla, ni Copa, ni fútbol».
Cabeza visible de una peña que ha ido creciendo desde que se fundó el día de Santo Tomás de 1991 hasta agrupar a «más de ochenta personas», Etxabe no tiene tan claro que se acabe jugando la final. «Vamos a ver si se puede jugar y si es a puerta abierta o cerrada».
No lo dice por decir. A raíz de la visita que el presidente del Athletic, Aitor Elizegi, les hizo en Zarautz antes de la disputa del último derbi, han tejido una relación que mantienen vía WhatsApp, según desvela. En ese cruce de mensajes, la conclusión que extrae Etxabe es que «el 'presi' quiere jugar a puerta abierta a toda costa, pero tampoco tiene claro que se pueda conseguir. Va a ser imposible que antes de septiembre se puedan meter 60.000 aficionados en un campo de fútbol». ¿Entonces? «No sé cuál puede ser la solución», señala. «Eso sí -ahora sale su vena futbolística-, de haberse jugado el partido en fecha, el Athletic tenía muchas posibilidades de ganar porque iba a para arriba impulsado por el chute que le había dado la Copa. Tenía ganas de jugar ante la Real y de bajarles los humos a muchos aficionados del pueblo. Esa final iba a ser para nosotros».
Iñigo Bengoa
«Si hemos esperado 32 años para una final, qué más da un poco más»
Iñigo Bengoa y sus once amigos no pierden la esperanza de que la final se acabe jugando con público más pronto que tarde. «Si hemos esperado 32 años a que la Real llegue a una final de Copa, qué más da esperar un poco más», advierte. A sus billetes de tren solo les falta poner la nueva fecha. «En cuanto salga el día, cerraremos el viaje», apunta. El plan que tenían previsto era salir de Donostia en coche hasta la estación del AVE de Zaragoza y una vez allí coger un tren hasta Sevilla. Volverían de Sevilla mañana al mediodía. Iban a dormir dos noches en una casa que habían cerrado a través de la plataforma Airbnb. «Habíamos contactado con un amigo de la peña del Sur y ya teníamos hecha hasta la ruta de tapas, pero...».
Iñigo es consciente de que pueden pasar meses hasta que se juegue la final. «Insisto, esperaremos porque queremos vivir un día histórico. El recuerdo que tenemos de la última final es vago y solo en el subcampeonato pudimos vivir algo similar».
Hoy participará con su familia en la fiesta que han impulsado las peñas. Por supuesto, con la camiseta de la Real. «Hay que jugar la final como sea. Es un todo o nada ante el Athletic. Un partidazo en toda regla con un título en juego. Más no se puede pedir». Iñigo y sus amigos esperan que la Federación se pronuncie para poner en marcha su viaje. Ellos y miles más.
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