La Real Sociedad acuerda la compra al Borussia Dortmund de su opción sobre Alexander Isak

Jokin Aperribay ofreció una pista muy clara hace dos días en el Foro Empresarial organizado por El Diario Vasco cuando afirmó que el Borussia no era el problema, lo que dejó entrever un posible acuerdo con los alemanes. Sobre todo cuando calificó de «extraordinaria» la relación con ellos.

La compra de ese derecho que tenía el Dortmund abre un panorama de mayor certidumbre sobre su futuro. Este periódico desveló hace un mes que la opción que poseían para repescarle era durante todo el contrato que el sueco había firmado con la Real y no solo sobre los dos primeros años como se creía, porque de ser así este verano hubiera caducado y no habría sido necesario realizar ningún movimiento.

A corto plazo no le iban a reclamar desde el Signal Iduna Park porque quieren mantener a su gran estrella Erling Haaland, por el que suspira media Europa. Pero viendo la progresión ascendente del jugador en los dos años que lleva en la Liga, quizás a medio plazo podía haber entrado en sus planes en caso de salir Haaland, posibilidad que ya no existe.

La cláusula se estableció en 2019 cuando se gestó su fichaje. La Real tuvo que aceptarla a cambio de pagar por él tan solo 7 millones, una ganga viendo su potencial y que hoy su valor de mercado ya es de 40 millones. Y con toda la Eurocopa por delante. Ayer mismo ante Eslovaquia fue nombrado jugador del partido.

Es verdad que en los planes del jugador no entraba regresar al Borussia Dortmund, una etapa que considera pasada, pero si le reclamaban tenía difícil negarse, porque así estaba recogido por contrato. La prueba es el movimiento que ha hecho la Real para anular esa cláusula. No ha trascendido la cantidad que tendrá que pagar por ello, aunque hace unos días Mundo Deportivo la cifraba entre tres y cuatro millones.

Despejar este escollo solventado era clave antes de cerrar con el jugador una mejora de contrato. No tenía sentido hacerlo si el Borussia siempre podía llevárselo por 30 millones. Ahora lo que se pretende es adecuar sus condiciones contractuales al rendimiento que da en el campo.

En abril ya informamos en estas páginas de la intención del club de abordar una mejora de contrato a raíz de la visita de sus agentes a San Sebastián. El internacional sueco se ha destapado con 33 goles en dos años, 17 anotados esta temporada, y la sensación de que a sus 21 años su carrera no ha hecho más que comenzar. Por eso desde Anoeta se pusieron manos a la obra.

Por un lado había tranquilidad, porque cuando le ficharon en 2019 ya sabían de sus posibilidades, por eso se le hizo un contrato por cinco temporadas con una cláusula de 70 millones. En este sentido, no existe un problema de atar al jugador porque tiene firmados tres años más y su blindaje no es accesible a cualquier bolsillo en una época de crisis económica. Pero un futbolista siempre agradece que se le reconozca su trabajo y eso quiere hacer la Real, por lo que todo indica que arrancará la Liga el 15 de agosto con nuevo contrato.

Ahora hay que confiar en que el verano no depare sorpresas. Aperribay afirmó el jueves en el Foro Empresarial de Gipuzkoa que un jugador tan joven y con sus condiciones siempre es objeto de deseo por clubes, «por lo que el problema pueden ser otros equipos con los que todavía no sabemos que vamos a tener que hablar, y con esos habrá que esperar hasta el 30 de agosto».