Duelo bajo el foco del balón parado en el Reale Arena

No es un aspecto más del juego. Es el aspecto por excelencia. El duelo copero de mañana (21 horas) entre Real y Atlético de Madrid viene marcado por la obsesión por el balón parado. La melodía de Psicosis de Hitchcock acompañará a cada córner o falta lateral en la que se cuelgue el balón al área. No se habla de otra cosa en el entorno colchonero desde su eliminación de la Supercopa el pasado miércoles. El Athletic marcó sus dos goles tras sendos saques de esquina y explotó el 'Cholo' Simeone. «Debemos subir la agresividad en las áreas», se quejó con amargura. El dardo envenenado al vestuario garantiza intensidad al límite por parte de los rojiblancos mañana en las áreas del Reale Arena y obliga a los realistas a reforzar su concentración y contundencia en las acciones de estrategia.

Al Atlético de la última década y a Simeone, que vienen a ser la misma cosa, les sangra como nunca su fibra sensible, motivo de alerta en la Real. Ha recibido este curso once goles procedentes de jugadas de balón parado, el 32% de todos los encajados. Casi uno de cada tres. Cinco de ellos fueron de saque y remate directo y seis con las segundas jugadas, lo que duele igualmente a quien hace gala de su combatividad y rigor.

La Real mejora, pero solo de manera leve, las estadísticas de su rival de mañana. Ha encajado seis goles a balón parado, lo que representa el 29% de los tantos recibidos. La mitad de ellos se concentran en los fatídicos quince días de diciembre en los que Gerard Moreno burló la vigilancia de la defensa por partida doble en dos saques de esquina y Savic aprovechó un cabezazo de Casemiro para rematar a placer en la salida de otro córner. En el primer caso, faltaba una de las tres patas del banco defensivo: Aritz. En el segundo, el banco estaba cojo sin el beasaindarra, ni Merino.

Si a los datos se suma que ambos equipos están entrenados por técnicos de sangre caliente cuya religión castiga severamente las concesiones en este tipo de jugadas, se puede concluir que el duelo de mañana nace bajo el foco del balón parado.

En la élite de la igualdad máxima, más aún en el fútbol a puerta cerrada, los detalles cuando el balón invade el espacio aéreo resultan determinantes. No se ha empeñado en otra cosa el Atlético estos días. Los medios que siguen su actualidad cuentan que Simeone se ha hartado a ensayar acciones defensivas con Vrsaljko, Felipe, Hermoso y Lodi, los cuatro componentes del muro que deberá derribar la Real mañana. Sus duelos de altura con Merino, Aritz, Le Normand o Sorloth prometen chispas.

La tensión se mascará mayormente en el bando que asuma la responsabilidad de defender las acciones de estrategia, pero será también palpable en el bloque atacante. Tanto Real como Atlético de Madrid acumulan datos pobres en goles marcados a balón parado, sobre todo teniendo en cuenta que cuentan con futbolistas de incuestionable calidad que ponen balones bien tocados en zonas peligrosas. Januzaj y Oyarzabal desempeñan ese rol en la Real, Carrasco y Lemar en el Atlético.

Pese a ello, los colchoneros han marcado solo cuatro goles tras jugadas a balón parado, el 12% del total. La Real sube el porcentaje hasta el 18%, pero también se queda con cuatro tantos, dos de ellos de falta directa. Oyarzabal marcó un golazo en el Camp Nou e Isak hizo lo propio en el Wanda Metropolitano, aunque para la estadística que nos ocupa cuentan sobre todo los tantos de córner de Aritz en Granada y de Merino en Vigo. El beasaindarra llegó a marcar de otro testarazo en la última jornada, contra el Celta en casa, pero las líneas trazadas por el VAR decretaron que lo hizo en posición antirreglamentaria.

Lo cierto es que aquel hubiera sido el primer gol de la Real a balón parado delante de su afición (exceptuando penaltis). Todos los que ha conseguido, han sido lejos de Anoeta. Un aliciente más para el choque de mañana.

El daño que hacen Atlético y Real en este tipo de acciones es menor de lo que sugieren sus aproximaciones. Dos equipos ganadores que aspiran a estar en posiciones altas de la tabla someten durante muchas fases del partidos a sus rivales, lo que se refleja en el elocuente dato de córners a favor. La Real ha generado 4,7 por partido durante el campeonato liguero. Un total de 94 saques de esquina ha botado el equipo txuri-urdin. La proporción ha sido aún mayor en Copa (7,67 por partido) ante rivales de menor categoría, y llega a ser notable en la Europa League: 6 córners a favor por partido.

El Atlético iguala estos datos ofensivos, con 5,95 córners por encuentro de liga, calcando los 6 de su único partido copero disputado hasta el momento. Con todo, la eficacia a la hora de materializar estas acciones, teóricamente de peligro, ha sido claramente deficiente en ambos conjuntos.

Ante la presión que los dos contendientes sufrirán por no fallar en las jugadas a balón parado, el colegiado del encuentro, Alberola Rojas, lo tendrá complicado para mantener el orden cada vez que el barullo se desate dentro del área. Los agarrones y empujones para ganar la posición prometen ser de los que marcan época tratándose además de una eliminatoria a partido único. El árbitro deberá poner la medida. Hasta dónde se permite el forcejeo y dónde empieza a considerarse una acción punible dentro del área. Sin duda, otro foco de intriga viendo los precedentes y criterios dispares en según qué partidos y qué acciones. Colea aún en la memoria txuri-urdin el penalti señalado por la acción defensiva de Igor Zubeldia sobre Miguel De la Fuente en Mendizorroza.

Experiencia, pericia y poderío, todo cuenta para defender este tipo de acciones aéreas, y todas esas cualidades encierra Stefan Savic, jefe de la defensa del Atlético de Madrid. El montenegrino se lesionó el pasado 4 de diciembre y no ha jugado desde entonces. Tampoco parecía llegar para este partido pero ayer sorprendió entrenándose con el grupo. Simeone valorará los riesgos de hacerle reaparecer en una situación de necesidad extrema.

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