La Real Sociedad no prevé grandes sorpresas en el mercado de invierno

Como la situación económica no es boyante muchos clubes acuciados por los números rojos aprovecharán este mercado para sanear sus cuentas, caso del Atlético, que ya ha vendido a Matheus Cunha al Wolverhampton por 40 millones y no descarta deshacerse también de Joao Félix. Se esperan movimientos en este mes que, por el efecto dominó –equipos que ingresan y luego gastan–, generarán otros nuevos.

En el caso de la Real no se prevén grandes sorpresas, y eso es una gran noticia para un equipo que navega a velocidad de crucero entre los mejores del campeonato. Lógicamente, su actuación no pasa desapercibida para clubes con mayores posibilidades económicas, pero en Anoeta entienden que sus mejores hombres están bien atados y su situación contractual no da pie a que se produzcan salidas relevantes en estas cuatro semanas.

Como en los últimos años, el mayor peligro proviene de la Premier, donde el dinero fluye a chorros. La Real ya tiene experiencia con futbolistas que acabaron allí como Diego Llorente, por el que pagó 21 millones de euros el Leeds United en 2020, o Alexander Isak, traspasado al Newcastle por 70 millones en agosto. Ambas operaciones contaron con la aprobación del club, que vio una oportunidad para recaudar una cantidad de dinero muy superior al valor de mercado de ambos jugadores y la aprovechó.

Tampoco hay que olvidar el contexto en el que se produjeron ambos movimientos, con una pandemia que afectó de lleno al fútbol en tres ejercicios, desde el 19/20 al 21/22, al dejarle sin ingresos por abonados ni venta de entradas y limitar de forma importante las partidas de publicidad y merchandising. La Real ha superado mejor la crisis gracias a tener las cuentas ordenadas y a estos dos ingresos extraordinarios que fueron bien recibidos.

Ahora, con una facturación récord por derechos de televisión en la 21/22 de 70 millones merced a la buena trayectoria deportiva de los últimos años y un presupuesto para la 22/23 de 128 millones que no requiere de la venta de jugadores para cumplirlo, el foco está puesto en volar lo más alto posible en lo deportivo en esta segunda mitad de la temporada y ello pasa por mantener la plantilla intacta.

Los dos nombres que más han sonado por el supuesto interés de terceros son los de Martin Zubimendi y Mikel Merino, a quienes se les lleva relacionando desde hace tiempo con varios equipos sin que ese interés se haya materializado en nada concreto.

Al navarro le han colocado en el Manchester City y el Liverpool, dos de los más grandes de Europa, pasando por el Aston Villa de Unai Emery, pero ajeno a todo rumor continúa escribiendo su historia en txuri-urdin y ya cumple la quinta temporada en San Sebastián. El jugador siempre ha expresado su intención de continuar aquí, la última vez el sábado ante las cámaras de DAZN. «Soy muy feliz aquí. He tenido una historia increíble con la Real, estoy muy contento de cómo está siendo mi carrera aquí y solo quiero centrarme en eso, que es lo que me hace estar en el campo en buenas condiciones».

A Zubimendi le sitúan desde hace tiempo en Barcelona como el sustituto de Busquets, pero fichar sin tener dinero siempre es más complicado. El donostiarra amplió hace tres meses su contrato hasta 2027 manteniendo su cláusula en 60 millones y la semana pasada recalcó públicamente su compromiso con la Real en la comparecencia de prensa que tuvo lugar en Zubieta.

«Los rumores son parte del fútbol cuando se abre el mercado, pero yo tengo claro que lo que quiero es estar este año en la Real. Tengo la suerte de estar rodeado de buena gente que me hace tener los pies en la tierra y poner el foco donde tengo que estar, en la Real. Si renové es para continuar aquí», zanjó.

En lo que se refiere a este mercado, Merino tiene un blindaje de 65 millones y Zubimendi, de 60, cantidades más que considerables para posibles compradores. Para que se diera su salida en plena competición tendrían que ocurrir dos cosas. La primera, que el interesado desembolsara la cláusula íntegra y la segunda, que el futbolista quisiera dejar la Real. Ahora mismo no hay tantos equipos que puedan ofrecerles una mejor propuesta deportiva, y esa posibilidad de llegar lejos en Liga, Copa y Europa es algo que valoran mucho los blanquiazules.

Así las cosas, en el capítulo de salidas la única que tiene visos de prosperar es la de Karrikaburu, que tiene muchas propuestas de Segunda División para jugar cedido hasta junio. La del Granada es la que más le gusta, por la entidad y el nivel deportivo del equipo, pero todavía hay que cerrarla. La Real considera que el regreso de Oyarzabal y Barrenetxea, más la recuperación de Carlos Fernández, que ya lleva unos meses activo, limitarán sus opciones de jugar, por lo que ve con buenos ojos su préstamo en esta segunda parte del curso.