La Real Sociedad se atasca en los encuentros de casa
Solo ha logrado siete goles en nueve partidos, el 40% de los que ha marcado en sus desplazamientos, y de ellos dos los ha marcado de penalti y dos de córner
La Real sigue completando una temporada fabulosa. Segunda en Liga por detrás del Real Madrid, suma 17 partidos oficiales sin perder desde el 15 ... de agosto y tiene todas las opciones abiertas en Europa para ser primera de grupo. El empate contra el Valencia tampoco es un gran contratiempo entre dos equipos con similar presupuesto, más allá de que entre el árbitro y el inefable Bordalás desquiciaran a jugadores y público. Pero más allá de estos dos factores externos que condicionaron el encuentro, lo cierto es que al cuadro blanquiazul le está costando bastante producir juego ofensivo como local y es algo que hay que subsanar.
Los datos son muy significativos. Esta temporada ha jugado 18 partidos oficiales, nueve en casa y nueve fuera, y sus números son mucho mejores en los desplazamientos que en Anoeta. Ante sus aficionados ha marcado siete goles y sumado 17 puntos mientras que lejos de Gipuzkoa se ha ido hasta las 17 dianas y los 18 puntos. Y no es que los rivales hayan sido más sencillos en sus salidas, porque en estos tres meses de competición ha visitado al Barcelona, Atlético y PSV Eindhoven, líder de la Eredivisie, entre otros.
Profundizando en esos siete goles en el Reale Arena, dos los ha conseguido de penalti ante Rayo Vallecano (1-0) y Athletic (1-1), otros dos de córner frente al Mónaco (1-1) y Sturm Graz (1-1), obra de Merino y Sorloth, respectivamente, y un quinto llevó el sello de Barrenetxea ante el Levante (1-0), aunque su disparo lo desvió en propia puerta Duarte para despistar a Cárdenas.
Januzaj es el único que no se ha lesionado y ha elevado su nivel; el resto aún tiene que dar lo mejor
DELANTEROs
Los dos goles restantes son el de Oyarzabal al Elche (1-0), tras un pase en largo de Zubeldia desde su posición de central, y el de Lobete al Mallorca en el descuento que se genera después de un saque de banda en campo contrario y una buena combinación entre Merino y Zubimendi. Pero hay una pregunta que es obvia, ¿por qué le está costando tanto generar fútbol ofensivo en casa en una temporada en la que está volando tan alto? Vamos a tratar de analizar algunas de esas posibles causas.
Lesiones en delanteros. Si ha habido una línea que se ha visto golpeada por las lesiones en este arranque de curso, ésa ha sido la delantera. Isak se perdió cuatro partidos por un problema muscular que, unido a que no realizó apenas pretemporada, ha reducido sus prestaciones de forma significativa hasta ahora. Sobre todo cuando le ha tocado combatir a sistemas defensivos muy sobrios y no ha dispuesto de espacios para correr. No es casualidad que mientras fuera ha firmado cuatro goles en Eindhoven, Graz, Wanda y Balaídos, en Anoeta solo ha conseguido el del penalti ante el Athletic.
Los rivales le han sujetado en 1-4-4-2 con un bloque medio que ha limitado la creatividad de la medular
FRENADOS
Oyarzabal, que tiró del carro en las primeras semanas del curso con dos goles que significaron seis puntos ante Rayo y Elche, reapareció el domingo después de 48 días de baja. Barrenetxea, que empezó muy bien la temporada con una asistencia en el Camp Nou y el gol ante el Levante, se ha perdido 10 partidos por un problema en la espalda, mientras que Sorloth se lesionó en la musculatura isquiosural en Granada y también estuvo fuera de combate tres partidos. Tampoco hay que olvidar que Silva, el enganche, anduvo parado durante siete encuentros.
Solo Januzaj y Portu han esquivado la enfermería, pero en el caso del murciano su rendimiento ha estado por debajo del exhibido en sus dos primeros años en San Sebastián, algo que ha acusado el equipo al tener tantos problemas arriba.
Cada día más estudiada. Después de tres años destacando en la Liga, los rivales cada vez dedican más tiempo a estudiar cómo neutralizar sus puntos fuertes y adoptan una actitud más reactiva que propositiva, sobre todo en Anoeta. La mayoría de los equipos que han pasado por aquí han empleado un dibujo de 1-4-4-2, con los dos delanteros encargados de vigilar a los dos centrales y al mediocentro organizador. Así lo hicieron Rayo, Levante, Elche, Mallorca, Athletic y Valencia, aunque Bordalás dejó a Soler por detrás de Guedes para perseguir a Guevara y luego Zubimendi.
Curiosamente la Real jugó su mejor primera parte ante un Sevilla que arrancó con tres medios, en 1-4-3-3, pero que tras el descanso metió a un cuarto centrocampista para equilibrar la batalla. Ese día Imanol juntó arriba a Isak y Sorloth, con Oyarzabal y Portu en bandas, para presionar bien alto desde arriba.
A ese sistema del 1-4-4-2 se ha añadido una posición defensiva adelantada del rival pero con una presión que se inicia tras la decisión del central que decide sacar el balón jugado, no saltando arriba a interceptar la circulación entre la línea defensiva realista. Esa maniobra dificulta a la Real encontrar al hombre libre en el centro del campo y su progresión hacia campo contrario.
Imanol ha tratado de contrarrestar esa táctica del contrario cambiando de lado a los interiores, Merino y Silva, como hizo en Pamplona o ante el Valencia, o metiendo a un extremo como Januzaj por dentro aprovechando el hueco que deja libre Silva cuando se retrasa para ayudar en creación al pivote. La ausencia durante mes y medio de Oyarzabal, un jugador que ataca bien los espacios desde segunda línea, ha restado profundidad al equipo, porque Isak ha sido el encargado de pelearse con los centrales y cuerpear de espaldas, que no es su punto fuerte.
Gorosabel no es el del año pasado y Aihen bastante ha hecho con aguantar el tipo durante 15 partidos
JUEGO EXTERIOR
A pesar del gran rendimiento de Le Normand, en contextos así se echa en falta la ausencia de un central zurdo que sea capaz de realizar cambios de orientación en largo a banda contraria que hagan bascular al oponente y se pueda combatir esa inferioridad numérica en corto.
Escasa aportación por fuera. Con los delanteros aún pendientes de coger su mejor forma y los centrocampistas atascados por la reducción de espacios en la zona ancha del campo, el juego exterior tampoco ha acudido al rescate en estos partidos en casa. Gorosabel todavía no ha alcanzado el nivel del año pasado y en la izquierda Aihen bastante ha hecho con mantener él solo el puesto durante 15 partidos. Y a Rico, que ha estado dos meses parado, aún se le nota la inactividad. Así las cosas, las tres asistencias de los laterales han llegado fuera de casa, las dos de Zaldua en Eindhoven y la de Gorosabel en Getafe.
Los extremos tampoco han lucido demasiado por fuera, ya que pocos goles han llegado de acciones exteriores. Si acaso el de Barrenetxea al Levante, tras combinación por la izquierda con Silva, y el centro de Januzaj desde la derecha en el penalti a Merino del derbi. Abrir el campo ante equipos que juntan líneas y tapan los pasillos interiores suele ser una buena solución.
Pocos robos para la contra. Una de las señas de identidad de la Real de hace dos años con Imanol fue la fuerte presión que hacía desde arriba con Odegaard como segundo hombre más adelantado y Portu con el cuchillo afilado por la derecha para sorprender tras recuperación. Pero ahora esa opción ha decaído en casa. Primero porque los rivales no quieren caer en el error de cometer pérdidas y optan por jugar más en largo para que no les contragolpeen. Y segundo porque el cuadro txuri-urdin no ha ido mucho tiempo por delante en el marcador, por lo que no ha dispuesto de espacios para encadenar transiciones rápidas.
En los nueve partidos de Anoeta solo ha estado ganando en 113 minutos, el 14% del tiempo total, con lo que ha encontrado pocas costuras en unos rivales que no han necesitado desorganizarse para atacar en buscar de un resultado positivo. La situación más clara de contragolpe fue contra el Levante en aquella jugada con pase en profundidad de Januzaj que Navarro estrelló en el poste.
Con todo Imanol tiene mimbres para buscar alternativas en ataque y reinventarse. Sorloth puede ser un buen arma para fijar centrales y sujetar el balón en campo contrario, Oyarzabal aportará profundidad en la izquierda con su regreso y Portu debe ir a más. Lo mismo que los laterales. Y los centrocampistas, salvo Merino, aún tienen mucho margen de mejora.
Melero ha expulsado a cuatro realistas en 17 partidos en Primera
Melero López ha expulsado a cuatro realistas en los 17 partidos que le ha dirigido en Primera. El último antes de Aritz fue Willian José en Vigo (3-1) el 7 de abril de 2019 por golpear supuestamente a Okay en el rostro cuando la Real ganaba 0-1, aunque después Competición le enmendó la plana y no sancionó al brasileño porque nada de eso había pasado. El 23 de octubre de 2017 expulsó a Illarramendi ante el Espanyol (1-1) en Anoeta tras mostrarle una primera amarilla inexistente en otro partido en el que la lió, mientras que el 29 de enero de 2017 echó a Iñigo en el Bernabéu (3-0).
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