Un partido que cambia temporadas
La Real, con mejores sensaciones en las últimas semanas, desea ganar el derbi ante el Athletic en Anoeta para terminar de despegar
La Real lleva dos victorias consecutivas tras ganar al Sevilla y al modesto Negreira, un hecho que debería ser cotidiano, pero que en la actualidad ... resulta complicado de darse. La última vez que sucedió fue en febrero, hace más de ocho meses. El inicio del nuevo proyecto con Sergio Francisco a la cabeza no está siendo sencillo, pero la mejoría de las últimas semanas evidencia que el equipo poco a poco va cogiendo velocidad. No hay nada como ganar al Athletic para que la Real termine de despegar. Imponerse en un derbi cambia temporadas, y más en una como esta. La tropa está necesitada de alegrías que refrenden esa mejoría y superar al eterno rival, que tampoco está para echar cohetes, sería todo un alivio.
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Y es que por mucho que el equipo tenga otra cara, el mal inicio de temporada condicionará lo que resta de curso. Siempre que no se sume de tres con cierta regularidad llevará a la mente que por momentos la Real fue colista. Ahora mismo es decimoséptima con nueve puntos y pese a que el Athletic está por encima la sensación es que ellos están peor. Al menos en sensaciones. Algo que no siempre es bueno.
Decía Zubeldia entre semana que los derbis se ganan con cabeza y corazón, y que no importa tanto el juego ni las dinámicas de unos y otros. Tiene razón a medias el azkoitiarra. Será bastante mejor enfrentarse al Athletic tras venir de jugar un buen partido a nivel defensivo ante el Sevilla en el que se mantuvo la portería a cero, algo indispensable para ser competitivo. Y también será una noticia positiva este nivel del Athletic, que perfectamente se puede llevar los tres puntos de Donostia, pero que al menos esta temporada no está siendo ese avión de equipo que ganaba casi sin querer independientemente del rival.
Algunos en Bilbao incluso están cuestionando a Valverde cuando aquí parece que ya se ha superado ese debate de que si a Sergio se le otorga el tiempo que merece para que la Real llegue a buen puerto. Los rojiblancos solo suman un triunfo en los últimos siete compromisos de Liga –ante el Mallorca ganaron 2-1– y viven de las rentas de las tres primeras jornadas cuando ganaron dos partidos seguidos en San Mamés con penaltis que solo se pitan en ese estadio.
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Kubo, única duda en el once
El enfrentamiento copero ante el Negreira dejó visto para sentencia las posibles dudas que podía haber en once txuri-urdin. Caleta-Car demostró que sigue a bajo nivel por lo que sería una sorpresa que Jon Martín no se colocara junto a Zubeldia en el eje de la zaga. Tampoco Turrientes y Zakharyan pese a los goles, ni mucho menos Sucic y Marín, demostraron que están a gran nivel.
Solo el tobillo de Kubo y la fe que pueda tener Sergio en él pueden sacar a Guedes de la alineación. Tampoco es que el japonés esté dando demasiados motivos como para apostar por él de inicio teniendo en cuenta sus problemas físicos desde septiembre. La idea de Sergio puede pasar por introducir al nipón pasada la hora de juego cuando las piernas ya empiecen a pesar. Si la Real quiere hacer una gran temporada necesita a un Kubo notable y, de momento, su nota está bastante lejos de esos guarismos.
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El derbi se gana en las áreas, pero también es importante dominar el centro del campo. Gorrotxategi disputará su primer partido de este tipo y enfrente tendrá a un Jauregizar con el que compartirá un duelo generacional durante mínimo un lustro. La capacidad que tengan Brais y Soler para encontrar al tridente ofensivo también resultará clave para poder meter miedo a Simón.
Si la Real tiene dos bajas capitales como Óskarsson y Yangel, el Athletic no iba a ser menos. Los de Valverde no le terminan de coger el pulso a la temporada de Champions, pero no se puede pasar por encima que tiene un once titular de garantías. Nico Williams, Sancet y Berenguer son tres jugadorazos, por mucho que no pasen por su mejor momento. El menor de los hermanos pelea con una pubalgia que no termina de superar, pero en las primeras jornadas volaba. No es tiempo de seguir sacando defectos porque este tipo de jugadores son capaces de decidir partidos. Valverde tiene las bajas aseguradas de Iñaki Williams, Lekue, Sannadi, Prados y Egiluz mientras que Laporte llega al derbi entre algodones y lo lógico es que empiece el partido en el banquillo. Paredes ha demostrado ser un central de garantías. Vamos a apelar a Zubeldia. Cabeza, corazón... pero también buen juego y tres puntos.
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