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Las diez noticias clave de la jornada
La tripulación de la trainera de Orio, con camisetas, bufandas y fotografías con el rostro de Imanol, posa antes del entrenamiento. Lobo Altuna
Orio empuja a su patrón Imanol para ganar el derbi

Orio empuja a su patrón Imanol para ganar el derbi

La tripulación aguilucha resalta la figura de su paisano antes de su último duelo ante el Athletic. «Estamos orgullosos de los valores que defiende», subrayan

Xabier Manzanares y Raúl Melero

San Sebastián

Viernes, 2 de mayo 2025, 00:03

Ha habido grandes patrones en Orio, ganadores de muchas banderas. Juanito Lizarralde 'Altxerri', Juan María Larrañaga 'Txiki', Klaudio Etxeberria 'Gorria', Batista Oliden... pero también otros como Imanol Alguacil, que no han estado salpicados por el agua y el salitre pero que su trayectoria es abrazada a orillas del Oria como si fuera el 'capo' de la cuadrilla.

Su puesto en la embarcación ha estado a ras de césped. Ha sido el patrón de la Real durante las últimas seis temporadas. Se ha convertido en el Balón de Oro de Orio, sin discusión. Aquellas imágenes festejando la Copa conseguida en La Cartuja en el balcón de su domicilio mientras sus vecinos le cantaban desde la calle quedarán en la retina. No se puede entender a Orio sin el remo, lo mismo que al entrenador de la Real sin el lugar que le vio nacer y que tanto más ha influido en su personalidad y forma de trabajo.

Normal que su marcha deje huérfano a los oriotarras y a los integrantes del club de remo de Orio a los que tantas veces ha apoyado Imanol en sus comparecencias públicas y a los que ha puesto como ejemplo de trabajo en equipo, sacrificio y de saber navegar cuando el oleaje es severo. El cariño es mutuo.

«Los más jóvenes le hemos vista de cerca en el Orioko y su manera de ser no ha cambiado», explica el joven Oihan Manterola

Así que a las puertas del derbi, el domingo a las 21 horas, Orio Arraun Elkartea, de la mano de este periódico, ha querido reconocer el trabajo de su patrón vistiendo los colores txuri urdin sobre el amarillo en uno de sus entrenamientos. El vizcaíno Iker Zabala, el nuevo entrenador de Orio, ni lo duda. Es el primero que sabe lo que significa Imanol en Orio y dirige a sus remeros para posar en la foto con la misma pasión que dirige un entrenamiento.

«Coraje, cercanía y trabajo», son las palabras que más repite la tripulación oriotarra cuando los remeros son preguntados por la figura de Imanol. Con la mirada puesta en su último derbi, ha sido y seguirá siendo el patrón de un pueblo que se ha volcado con una persona que, pese a la exposición en la élite del fútbol, nunca ha dejado de ser quien es.

Imanol dio sus primeros pasos como técnico en el Orioko. De ahí dio el salto al Zarautz para coger al Liga Nacional Juvenil. Ahí fue cuando se dio cuenta de que debía de terminar el curso de entrenador si quería seguir aspirando a cotas mayores.

Los remeros de la trainerilla despliegan una bufanda gigante en apoyo a la Real en las horas previas del derbi. De la Hera

La gran oportunidad le llegó en 2011 cuando la Real, el equipo de su corazón, le llamó para incorporarse a la estructura técnica de Zubieta hasta llegar al primer equipo. Sobra decir que Imanol ha sido un aficionado txuri-urdin más como cuando protagonizó aquella ovación espontánea en el balcón de su casa en Orio o cuando alzó su bufanda de la Real en la rueda de prensa de La Cartuja tras levantar la Copa y gritó a los cuatro vientos como cualquier aficionado lo hubiera hecho desde su casa frente al televisor durante la pandemia.

Su octavo derbi

El domingo la Real se enfrenta al Athletic en Anoeta y todas las miradas estarán puestas en Imanol. Será su octavo derbi en Anoeta donde no sabe lo que es perder porque su saldo es de cinco victorias y dos empates ante los rojiblancos. «Nuestro patrón ha demostrado todo lo que tenía que enseñar. No tengo ninguna duda de que en estos últimos partidos ligueros Imanol hará todo lo posible por dejar a la Real lo más arriba posible», defiende Oihan Manterola, uno de los remeros de Orio. «Los más jóvenes del pueblo le hemos conocido muy de cerca en el Orioko y todos hemos visto que su manera de pensar y actuar no ha cambiado a pesar de estar al mando de la Real», añade.

Imanol siempre ha tenido en el recuerdo a Orio y lo ha puesto muchas veces de ejemplo durante su andadura en el banquillo

Si por algo se ha caracterizado históricamente el equipo de remo de Orio es por apostar por la gente de casa, forjada a orillas de la ría, filosofía que ha compartido la Real de Imanol. Durante las seis temporadas del técnico en el banquillo ha hecho debutar a 29 jugadores.

«Estamos muy orgullosos de los valores que ha demostrado Imanol a lo largo de su andadura en la Real. Siempre ha premiado el trabajo y el esfuerzo. Estoy seguro de que todas las oportunidades que les ha dado a los canteranos tienen un motivo. Él no regala nada, más bien premia al que muestra implicación», argumenta Ibon Arruti, uno de los remeros más veteranos de la tripulación aguilucha.

«Trabajo, trabajo y más trabajo»

«Para mejorar hay que trabajar y para ganar hay que sufrir», manifiesta Jon Olasagasti, presidente del club de remo de Orio. «Da igual que haga frío, viento o lluvia, hay que salir a entrenar igual, igual. Esos son los días en los que un deportista más aprende, ya que si ese día logras hacer un buen tiempo, cuando las condiciones sean mejores, la marca será mucho mejor».

No es casualidad que Imanol haya demostrado el mismo carácter durante estos años. La resiliencia que caracteriza a los remeros de Orio también ha sido el sello de identidad de un equipo que, bajo el mando de Imanol, no ha entendido de excusas ni de rendiciones, solo de trabajo, compromiso y orgullo por un escudo y una camiseta.

Tras seis temporadas al mando de la plantilla txuri-urdin y una plena demostración de cómo guiar un equipo, Imanol se ha ganado a su gente. «Aquí todo el mundo le conoce. Siempre le hemos dado su espacio, sobre todo en sus inicios como entrenador del primer equipo. En el pueblo no le hemos querido incordiar, siempre que había que animarle lo hemos hecho, pero cuando ha necesitado espacio también se lo hemos dado», defiende Arruti.

El título de Copa dejó imágenes imborrables cuando varios vecinos celebraron el triunfo debajo de casa de Imanol

Si algo demostró Imanol en los primeros meses al mando del equipo fue su intención de escuchar, entender y actuar. Esa cercanía hizo que aquel entrenador desconocido para muchos realzales se convirtiera en todo un ejemplo al cabo de muy poco tiempo. «Ha conseguido volver a enganchar a la gente a la Real. Esa cercanía y humildad ha aportado mucho a la plantilla. En ningún momento se ha olvidado de los jugadores del filial y siempre ha tenido los pies en el suelo», declara el veterano.

El partido de este fin de semana no es uno cualquiera; es el último derbi de Imanol en Anoeta. «El domingo la Real juega contra el Athletic y para Imanol podría ser esa final de Copa del Rey que se vivió en Sevilla, pero esta vez, con aficionados animando al equipo desde las gradas. «Fue una faena que esa final fuera en el año de la pandemia, ya que si no yo hubiera sido el primero en estar ahí animando al equipo», explica Arruti.

La importancia del grupo

La manera de trabajar de Imanol siempre ha estado ligada a la importancia del colectivo por encima de las individualidades. Desde sus primeros pasos en el fútbol entendió que el éxito dependía del esfuerzo conjunto, una idea muy presente en su Orio natal y en el club de remo. El trabajo en equipo no es opcional a orilla del Oria: cada remero debe aportar lo mejor de sí mismo para que la trainera avance. En la Real Sociedad, Imanol trasladó esa misma mentalidad, dando prioridad al grupo, exigiendo compromiso a todos y apostando por una idea de juego basada en el colectivo.

El 3 de abril de 2021 todo el pueblo de Orio sintió formar parte de una celebración histórica. Posiblemente sea la gran obra maestra del entrenador al frente de la Real. Hubo que volver a celebrar el título de Copa desde Sevilla, 34 años después del de Zaragoza, y se encontró con una gran cantidad de aficionados txuri-urdin del pueblo recibiéndole entre aplausos y gritos debajo del balcón de su casa. «Somos de Orio y aquí celebramos todo. Fui uno de los que fue a celebrar el título a la plaza de debajo de su casa. Estábamos como locos, sabíamos que era un momento único», declara Oihan Manterola.

El sol se pone en la ría del Oria y la tripulación oriotarra posa la trainera en el agua. Cada uno embozado con una enseña txuri-urdin. El último 'Aúpa' para Imanol, el puño en alto y el grito de 'Goazen Reala!' El resto es ya historia.

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